domingo, 15 de julio de 2007

Archivo de Salamanca

Los numerosos estudios generados alrededor de la Guerra Civil Española y de la represión franquista nos tiene que hacer acercarnos un poco a lo que es una de las fuentes fundamentales de estos trabajos. El Archivo General de la Guerra Civil en Salamanca se muestra en este aspecto como trascendental por dos motivos:
A) Porque es una parada obligatoria para reconstruir la historia de las organizaciones derrotadas en la guerra en aquellas zonas donde fueron ocupadas por los rebeldes.
B) Porque viendo como esta organizado nos damos cuenta de los sistemática y fría que fue la represión franquista.
He pasado allí una semana localizando datos de interés para mi tesis doctoral. Pase una lista de personajes relevantes del movimiento obrero de Alcalá de Henares durante el periodo republicano y la Guerra Civil. Al poco tiempo me habían pasado una lista de fichas con algunos de esos nombres, muchas de las cuales tan solo remitía a la firma de dicho sujeto. Es decir, que las autoridades franquista leyeron pormenorizadamente todos los documentos allí depositados y realizaron una ficha por cada personaje que encontraban.
Para todos aquellos que dicen que la posguerra fue un paseo de rosas y que ahora retoman concepciones pseudohistoriográficas pasadas, como las de Eduardo Comín Colomer, Mauricio Karl o Maximiano García Venero, solo una ojeada a cualquier caja existente en este archivo tira por tierra todos sus argumentos. No quiero nombrar a nadie en particular porque me parece que la argumentación que dan son tan nefastas y tan flojas que no merece la pena darle mayor importancia de la que tiene.
Por otra parte el archivo esta situado en la calle de El Expolio, título que le dio el actual alcalde Salamanca, a la sazón del PP, por la retirada de los documentos pertenecientes a la Generalidad de Cataluña. Y el nombre de la calle no podía ser mejor elegido, no por la razón argumentada por dicho alcalde, sino porque en realidad aquellos documentos son expolio de las organizaciones obreras y politicas que perdieron la guerra y que hoy el Estado se niega a reconocer. Los documentos que están alli pertencen a la CNT, a la FAI, al PSOE, a la UGT, a IR, al PCE, etc...
Aun así es algo impresionante. La cantidad de documentación que existe al respecto. Sabíamos de la existencia de listas de masones, tanto las generadas por sus logias, como la de aquellos que pasan por el TERMC (Tribunal Especial para la Represión de la Masonería y el Comunismo) Pero lo que no sabía es que tambien hay expedientes a las propias logias como organización, donde sacas mucha información de las actividades de las mismas.
Es pues parada obligatoria este archivo. Todos los trabajos que quieran ser serios sobre este periodo tienen que tener documentos sacados de aquí, si bien no todas las zonas tienen documentación. No olvidemos que la mentalidad militar de los sublevados era bastante rudimentaria y al principio quemaban la documentación. Son los fascistas italianos, mas duchos en la tarea de represión, quien les da la idea de incautación de documentos que les sirva para poder reprimir a sus enemigos. Esto hace que toda la historia sea mucho mas terrible.

1 comentario:

CLAMOR REPUBLICANO dijo...

La derecha española es muy zafia, prueba de ello es el nombre de la calle del Archivo de Salamanca. Ni a nosotros mismos se nos hubiera ocurrido algo mejor. Con el secuestro de El Jueves ha pasado lo mismo, ahora la difusión de la viñeta es mundial. Pero precisamente porque son muy simples en sus mecanismos dan más miedo todavía. Hacen lo que hacen con total impunidad y los demás los miramos sin hacer nada.
El archivo de Salamanca produce escalofríos por lo que significó en su día pero también porque a estas alturas se utiliza políticamente haciendo de los papeles secuestrados allí moneda de cambio. Se le está dando una entidad de archivo de la Guerra Civil, que no se merece. Quizá es hora de devolver a cada uno lo suyo, no puede existir un fondo documental que se base en el expolio de los represaliados y oprimidos por el régimen franquista.
Si la ciudad quiere tener su Archivo que piense en las miles de historias tristes y lamentables que se produjeron a través de la requisa de los papeles que allí se custodian, igual eso les hacía replantearse el problema no como si les robaran a ellos, sino como si ellos devolvieran, en un acto de generosidad, lo que nunca les perteneció.