domingo, 30 de septiembre de 2007

Dos libros. "Los anarquistas de Long Spoone Lane" y "El corazon de la tierra"

No solo de libros de historia vive el hombre y aunque de temática social, voy a recomendar dos novelas.
Lo primero que habría que decir es que no son grandes novelas. No nos vamos a encontrar en ellas una literatura depurada ni van a romper los esquemas de la historia literaria. Muy por el contrario son sencillas y de lectura rápida, algo que en ocasiones se agradece.
La primera de ellas es de la novelista Anne Perry, que tiene una amplia lista de libros de serie negra. Los anarquistas de Long Spoone Lane esta protagonizada por Thomas Pitt y su mujer Charlotte Pitt, como toda la serie de Perry. En ella Thomas Pitt, perteneciente a la Brigada Espacial de investigación trata de desentrañar el misterioso asesinato del hijo de un lord británico, que estaba vinculado a grupos anarquistas de Londres. Aunque los anarquistas son la excusa para la novela, el verdadero tema a tratar es la corrupción policial y la extorsión que ejercen sobre las clases mas desfavorecidas de la capital británica. El misterio y la intriga es el leiv motiv de este best seller. Una crítica sí que hay que hacer. Presentan a unos anarquistas esquemáticos como si fueran menores de edad. Solo se quedan con la supuesta reacción violenta de los anarquistas ante las injusticias. Esta pues muy alejado de lo que son los principios morales y políticos de las ideas libertarias. Pero en determinada manera el objeto de la denuncia que provoca las acciones de los anarquistas son en realidad ciertas y la pista que sigue Pitt. Novela entretenida.
La otra obra es de Juan Cobos Wilkins titulada El corazón de la tierra. La obra literaria del autor se centra sobre todo en la poesía aunque también ha publicado algunos otros libros de relatos como Siete parejas y un solitario o Album de Federico García Lorca. En El corazón de la tierra Wilkins nos remonta a la revuelta de Riotinto (Huelva) en 1888. Aunque lo presenta como una revuelta ecológica, lo cierto es que esa revuelta, como muchas que se produjeron en Andalucía durante el último tercio del siglo XIX, responde a las necesidades de los campesinos y los trabajadores de las minas. Estos estaban completamente abandonados por las autoridades y explotados por la empresas británicas que controlaban la zona (un buen ejemplo de la hoy llamada globalización) Sin derechos laborales y sociales se lanzan a la lucha. La forma que tiene de contarlo Wilkins es peculiar. Lo hace en flash back, pues la historia la cuenta Blanca Bosco a Katherine White. Blanca era una niña cuando se produjeron los acontecimientos. Su padre había muerto en las minas y su madre se encontraba unida sentimentalmente a Maximiliano Mallofret, un anarquista catalán que había luchado junto a los cubanos y que encabeza las protestas en Riotinto. Katherine White es la nieta del médico que la comunidad británica tenía en Riotinto. Años después, Katherine decide descubrir que fue lo que ocurrió en Riotinto y que conocía por historias que su abuelo le contaba en forma de cuento. La crítica que se le puede hacer a la novela es por una parte la poca información que da sobre el anarquismo andaluz para poder situar perfectamente la historia (mas parece un fenómeno aislado que un acontecimiento en un momento de ebullición social) y por otra parte el estilo de escritura es muy esquemático. Aun así se nota que Cobos Wilkins es un poeta, pues los paisajes de la zona los recrea de forma que te hace introducirte en ese ambiente. Recomiendo la lectura de la obra.
Esta última obra ha tenido una adaptación cinematográfica de Antonio Cuadri en este mismo año 2007 y con un reparto de actores como Jorge Perrugorría, Joaquim de Almeida o Catalina Sandino Moreno. La película no duro mucho en cartelera por lo que no me dio tiempo a verla y me reservo la crítica para otra ocasión.

miércoles, 26 de septiembre de 2007

Actos viernes 28 y sábado 29 de septiembre

Informo de dos actos para el viernes y para el sábado en el que voy a participar y a los que me gustaría contar, si podéis, con vuestra presencia:

Viernes 28 a las 18:30 en el local del PCE en Alcalá de Henares. Charla sobre la explosión del polvorín de Alcalá y sus consecuencias contra los miltantes antifranquistas de la ciudad. Es por un trabajo de investigación que me ha llevado 5 años. Dentro de poco saldrá una monografía sobre este tema escrita por mí y una exposición al respecto

Sabado 29 a las 10:00 en Sigüenza. Acto de la Fundacion Andreu Nin sobre los orígenes de la Guerra Civil y de la Revolución. Participo en una mesa redonda como representate de la Fundación Anselmo Lorenzo junto con otros ponentes de otras fundaciones. Más información en http://www.fundanin.org/

domingo, 23 de septiembre de 2007

La importacia social de las utopías (II)


En esta segunda parte del trabajo vamos a abordar las utopías desde la Ilustración hasta Fourier.
A pesar de ser un término bastante genérico, la Ilustración representa un periodo que despierta la conciencia social y permite la aparición de nuevas corrientes y formas de expresión y pensamiento. Y el recurso utópico es uno de ellos, con todo lo que conlleva.
Uno de los primeros que lo utiliza es Mercier que inaugura la concepción utópica en forma de ucronía. Su obra 2440 presenta un París en el siglo XXV, con todos los avances de la Ilustración con todas las propuestas que la Ilustración ha puesto en liza. La economía es agrícola, ha prescrito el lujo, Francia renuncia a sus colonias y los ciudadanos no están sujetos a los recaudadores de impuestos. Se presentan las ventajas del proyecto de progreso y como es lo que tiene que hacer todas las naciones. El personaje protagonista, que finalmente vuelve a la realidad de su momento, no puede sino derramar lágrimas por ese París del siglo XXV.
Este modelo de utopía futurista lo presenta también Restif de La Bretonne en su obra El año 2000, una comedia en tres actos donde propone un siglo XXI de felicidad y de igualdad.
Los utopistas de ese momento en Francia se dividen en dos grupos:
- Los conservadores, que defiende la utopía del despotismo ilustrado. Destacan figuras como Bareins, Terranzone, etc.
- Aquellos que proponen utopías educativas como Diderot, utopías radicales como Morelli o Dom Deschamps o ucronías como las citadas de Mercier y Restif de La Bretone. Son los igualitaristas.
La Revolución Francesa, si bien frena el movimiento de las utopías, permite poner alguna de sus cuestiones en práctica. Se está inaugurando un nuevo ciclo de la historia.
En Inglaterra si bien hubo ausencia de utopías al inicio del siglo XVIII, las utopías francesas tuvieron bastante eco. Solo hay una utopía de interés Las aventuras del señor Laurete de Lucca, escrita por Berrington en 1737. Pero si bien el final del siglo XVIII fue un parón de las utopías en Francia en Inglaterra ocurre todo lo contrario. Comienzan la aparición de obras trascendentales de autores de renombre como Thomas Paine, John Wilkins, William Godwin, Mary Wolstonecraft, Mary Shelley, etc. No son utopías propiamente dichas, pero utilizan recursos como la sátira y la fantasía. El objetivo era encontrar una sociedad que fuese dueña de sí misma. Quizá las obras mas trascendentales son las de Mary Wollstonecraft Vindicación de los derechos de la mujer, como uno de los primeros manifiestos en defensa de las mujeres, y la de William Godwin Investigación acerca de la justicia política, que está empezando a perfilar la sociedad anarquista.
Como utopías propiamente dichas está la de Thomas Spence, que adopta elementos de la iglesia no oficial en favor del cambio de la sociedad inglesa. Sus visiones entre 1795 y 1801 dan lugar a su obra La República marina.
En Alemania es el momento en que se desarrolla el movimiento Sturm und Drang liderado por Goethe. Destacaríamos la obra de Meyer Oinosoro, la de Van der Velde La curación de pasión de la conquista (obra educativa) o el fragmento de Goethe Los viajes de Wilhem Meister, escrito tras acabar Fausto
Entramos ya de lleno en la utopía contemporánea, donde destacaremos varios personajes que inauguran la utopía socialista.
El primero sería Saint-Simon que inaugura la fisiología social que se puede considerar el precedente de la sociología. Saint-Simon establece que la historia se ha movido por ciclos, cuestión que tomará posteriormente Marx. La utopía de Saint-Simon parte de que la Tierra está avanzando a un nuevo periodo industrial, entorno a la producción y el consumo. Ese nuevo mundo debe estar apoyado en el mundo industria con un complemento de relaciones nuevas como por ejemplo una religiosidad renovada. Tiene un primer proyecto en 1802, bastante rudimentario, que perfecciona en el Nuevo Sistema Industrial de 1821.
El saintsimonismo acabó siendo una especia de secta con una repercusión enorme. En ella se inicia Augusto Comte. Solo a partir de la década de 1830 el saintsimonismo comienza a perder fuerza frente al fourierismo. Con la conquista de Argelia hubo núcleos saintsimonianos allí. Igualmente mantuvieron durante mucho tiempo dos periódicos "El Productor" y "El Globo" No podemos entrar, por lo complejo del asunto, en las diversas escisiones del movimiento saintsimoniano. Quizá algún día le dediquemos un post completo solo a este tema.
En Inglaterra también se produce movimientos utópicos, aunque en menor medida que en Francia. Aun así son de enorme trascendencia. Sería el caso de Robert Owen. Fue un empresario y un hombre práctico. Su centro de New Lamarck aun hoy es visitable y sigue funcionando en Inglaterra. Él es uno de los iniciadores del cooperativismo. Su concepción de la sociedad la lega en el escrito La nueva visión del mundo editado en Ensayos de la formación del carácter Owen surge del mundo artesanal e introduce entre sus medidas la reducción de jornada laboral, la subida de los salarios, el saneamiento de las viviendas, etc. Si en aquel momento en Inglaterra se desarrollaba movimiento como los ludditas o las revueltas del Capitán Swing, las fábricas de Owen no tuvieron esos problemas. Owen tornó todo esto en filosofía, dando carácter de formación al obrero. La sociedad debía de dar al individuo algo más que cubrir sus necesidades. Por eso la educación es central.

Ante la Ley de Pobres de 1817 Owen plantea la creación de “Aldeas de organización de parados forzosos”. Sus concepciones sociales se basaban en el cultivo agrícola y las cuestiones industriales. Las poblaciones oscilarían entre 500 y 2000 habitantes, aunque el número ideal sería 1200. En un mismo espacio se reúne la vivienda, las dependencias y los espacios de ocio. La comunidad estaría bajo inspección técnica. Comienza a plantear el federalismo entre comunidades, cuestión que desarrollará posteriormente con brillantez Proudhon.

Con estas concepciones llegaron fundar 7 sociedades, pequeñas comunidades que fueron poco a poco en decadencia. La que el dirigió fue New Harmony.

En 1821 escribió El sistema social, aunque lo publicó en 1822. La obra fue despreciada por los economistas de la época.

Bajo estos parámetros Owen se marcho a EEUU y allí fundó una comunidad en territorio virgen, comprando una finca de propiedad terrateniente. Pretendía fundar así un mundo nuevo. La colonia duró de 1824 a 1828. El fracaso lo achacó a ser un proyecto prematuro. Su colonia la baso en dos principios que con posterioridad no consideró buenos:

A) La igualdad del esfuerzo

B) Cada uno recibía según sus necesidades y no lo que aporta.

En Glasgow lo intentó un discípulo suyo y también fracasó. Al volver a Inglaterra ya no intenta estos proyectos utópicos, como la creación de las bolsas de trabajo y el desarrollo de las cooperativas.

Su última etapa es la del Owen sindicalista, creando las Trade Unions, que pedía reducción de salarios, mejora de los jornales y sentido de solidaridad de clase. Plantea las huelgas como una medida efectiva de lucha obrera. Pero Owen choca con los obreros al querer mostrar a esto que el patrón también mira por el bien de la producción. Por ello funda la Sociedad de Regeneración Nacional. Su proyecto fracasó porque finalmente el tradeunionismo se une al cartismo.

Finalmente surge un Owen comunista, fundado una Sociedad para la Religión Racional he iniciando proyectos como el Harmony Hall.

De entre estos personajes hay que destacar también a Charles Fourier. Nacido en Besançon, estudio con los jesuitas y pudo conocer Europa a través del comercio. Una de sus primeras obras en “La teoría de los 4 movimientos”, presentado una sociedad explicada por el principio natural. Paso completamente desapercibida. Los seguidores de Fourier lo comienzan a tener en cuenta a partir de 1822 cuando escribo El tratado de la asociación domestico-agrícola, aunque su obra utópica la escribe en 1829 con el título El nuevo mundo industrial y societario Sus seguidores se multiplican por Francia. Inaugura el falansterio o familisterio.

Fourier siempre esperó que alguien invirtiera dinero en el proyecto que tenía entre manos, pero jamás ocurrió. Edito un periódico titulado “La Phalangs” en 1836 que desapareció apenas dos años después.

Pero Fourier si había conseguido un logro. El que numerosas personalidades se sintieran atraídos por su pensamiento. Y tuvo discípulos y seguidores adelantados, como el caso de Víctor Considerant, que amplió incluso la perspectiva fourierista. Escribió un interesante libro, El socialismo del mundo antiguo. Considerant llegó incluso a ser diputado aunque fue perseguido y condenado por defender el ideario fourierista. Marchó a EEUU donde continuó su propaganda e incluso constituyó experimentos de falansterios.

Cuando Fourier planteó el falansterio lo hizo para organizar un dominio de unas 2000 hectáreas con construcciones de tres pisos de altura, donde se incorporaba un esquema funcional. Habría teatros, bolsas y una Iglesia. El interior de las viviendas era habitable y tenían libertad de movimientos.

El leiv motiv era el trabajo, atrayente y atractivo. El objetivo de Fourier era sintetizar el desarrollo industrial y el agrícola. En los falansterios no desaparecían las clases sociales pues el objetivo era una convivencia entre todas y que todas participaran del trabajo. El trabajo en el falansterio podía conducir al desarrollo social en interés de cada uno. Incluso condieraba Fourier que la fatiga era un condicionamiento psicológico y que según el modo de organización social que proponía quedaba completamente descartado. Por ello se ha llegado a denominar como “socialismo psicológico”.

Dejando a un lado a Víctor Considerant, su influencia en el desarrollo de utopistas norteamericanos fue importantísima. Fourierista fue Albert Brisbane y Greeley. Desde su periódico “La tribuna de Nueva York” cedió un espacio para la exposición de las ideas de Fourier.

Fourier fue valorado como un pensador extraordinario por alguno de sus conocimientos y criticado en otros por pura fantasía. El desarrollo tan peculiar del falansterio fue venerado por sus discípulos y ridiculizado en los ámbitos sociales.

Con esto acabamos la segunda parte de las utopías. La tercera parte la dedicaremos al desarrollo de las utopías de Cabet y de las utopías socialistas hasta llegar a las distopias del siglo XX. El último capítulo lo dedicaremos al pensamiento utópico en España.

miércoles, 5 de septiembre de 2007

La importacia social de las utopías (I)


El avance de la humanidad se debe a muchísimos factores. Desde luego el individuo y la lucha de clases, de la que forma parte el individuo, es uno de ellos. Pero en muchas ocasiones, las visiones y aportaciones de algunos personajes extraordinarios han servido como elemento para la agitación de las conciencias y ha puesto al hombre en una búsqueda de metas mas altas de libertad e igualdad.

En esta última aportación la importancia de las utopías es realmente trascendental. Confundidas erróneamente como imposibles, el significado de la misma nos lo lega aquel que acuño su propio nombre. Tomás Moro, a través de su universal obra Utopía, explica el termino: “U” (Negación), “Topos” (Lugar): No hay lugar. Proviene desde luego del título provisional que le da la obra: En ninguna parte.

Es Tomás Moro el fundador de las llamadas utopías modernas, si bien existieron ejemplos anteriores que se podían encauzar perfectamente en esa lógica, como fue el caso de Platón y su República.

En Utopía Tomás Moro sitúa en una isla (algo característico en distintas utopías) una sociedad donde la gente vive en armonía y felicidad. El momento es propicio para este evento. Moro edita su obra en 1518, cuando en Europa se empieza a dirimir la prefiguración de lo que será el protestantismo y por otra parte años atrás se ha descubierto América, donde muchos sitúan sociedades ideales. Moro, al beber del erasmismo, pretende plantear la viabilidad de un humanismo cristiano.

A Moro le siguió otros autores posteriores como Tomasso Campanella que con La ciudad del Sol también plantea un nuevo modelo ideal de sociedad. Las reducciones jesuitas de Paraguay imitan en parte la obra de Campanella.

Desde el momento que Moro establece su Utopía, se convierte en un genero literario, que utiliza la narración como uno de los métodos para plantear sociedades alternativas. Es Marx quien contraviene la corriente utópica, cuando establece que los socialismo anteriores a él son utópicos, utilizando esto de forma despectiva, frente a un socialismo científico, mejor basado y mas estructurado. Esto lo explican tanto Marx como Engels en la obra Del socialismo utópico al socialismo científico.

Pero las utopías mantienen cuestiones propias que le hacen genero, como lo indicamos mas arriba. El utopista y la utopía, se mantiene en parte fuera de una ideología concreta, si bien busca conjugar el grado teórico con el práctico para llegar así a los objetivos de transformación social. Por ello el genero narrativo es mucho mas adecuado para la utopía, merced a que puede poner la aplicación practica en personajes y en sociedad, cosa que una obra teórica pura no puede.

La utopía se opone a los gobiernos inhumanos y busca un ideal de justicia y paz. Busca la tolerancia y alguna parte de la religión como algo natural, alejándose de cualquier convencionalismo institucional que podría representar cualquier Iglesia. Pero a medida que se perfecciona el genero, el laicismo hace acto de presencia y se convierte en un leiv motiv.

A excepción de algunas utopías conservadoras y reaccionarias (de las que hablaremos de algún caso) pone énfasis en la eliminación de los derechos de propiedad, así como el papel del trabajo armónico para no tener ningún tipo de escasez en cuestiones materiales.

La ciudad remodelada también forma parte de su idiosincrasia. Incluso hay utopías urbanas, como la Sforzinda. Ciudad ideal del Quatrocento italiano, ideada por Filarete. Urbanistas posteriores, en el siglo XIX, también participan del pensamiento utópico, como es el caso de Ildefonso Cerdá, que idea el ensanche de Barcelona, y que tuvo una vinculación muy activa con los grupos cabetianos de la ciudad. También científicos como Narciso Monturiol, que ideo el Ictineo, un submarino que alcanzó menos popularidad que el de Isaac Peral, debido a que Monturiol no lo puso al servicio del Ejercito sino de la sociedad.

Igualmente la mayoría de las utopías se sitúan en islas, cosas que Moro ya había establecido.

Las utopías se interpretan desde algunos lugares comunes a tener en cuenta:

  1. Interpretación del origen de la utopía, fijándose en el utopismo occidental. Ocupa importancia el lugar de la utopía. Muchos lo sitúan en la Lacedemonia, en el Peloponeso. Allí Licurgo habla de una igualdad de hombres y mujeres.
  2. Acto seguido hay una fractura entre la utopía clásica y la utopía moderna. La primera es estática y la segunda dinámica. Y esta última no se sitúa con Moro si no ya en la Revolución Francesa
  3. Las utopías partes de dos principios básicos: A) Búsqueda de un mundo mejor, B) Medios de cambio. Para esto último establece dos parámetros: las leyes y/o la educación (dependiendo siempre de la utopía)

Aun así las utopías no están exentas de criticas, como las formuladas por Karl Manheim en Ideología y utopía, donde establece que la ideología es un elemento retrogrado y negativo, frente a la utopía que es un proceso prospectivo y positivo. Otra critica es la de Frederick Polar en La imagen del futuro, donde considera que la utopía es una estructura visionaria que podría verse en un futuro (lo pone en condicional) Por último la de Ernest Bloch en Principio de esperanza donde establece que la utopía tiene anticipaciones realistas. Esta última es la visión mas determinista.

Y todo este compendio utópico de intentos de transformación es lo que diferencia a las utopías de las arcadias, de los relatos exóticos, de la edad dorada, de los países de Jauja o de viajes extraordinarios. En esta última línea si hay que establecer, que quizá el novelista francés Julio Verne si tiene algunas obras que se pueden calificar de utópicas. Si algunos viajes extraordinarios como Veinte mil leguas de viaje submarino, establece algunas frases categóricas de del capitán Nemo de sociedades perfectas sin ley, lo cierto es que la obra Los náufragos del Jonathan si que establece un modelo socialista en una isla donde unos viajeros han naufragado y donde vive un anarquista separado de la sociedad. Igualmente Verne esboza un tímido socialismo utópico en su obra Los quinientos millones de la Begum. Pero el caso de Julio Verne es muy particular.

Terminamos aquí la primera parte del trabajo. Continuaremos en una segunda parte con distintos tipos de utopía y el desarrollo de las mismas desde la Ilustración hasta la actualidad.