martes, 30 de octubre de 2007

La Iglesia y sus adláteres

El pasado domingo 498 religiosos que murieron durante la Guerra Civil fueron beatificados en el Vaticano, con el Papa como líder máximo de todo ese proceso. En la plaza multitud de españoles, fascistas italianos y españoles con camisa, carlistas españoles, ultracatólicos ortodoxos, niños de colegios religiosos gritando ¡Viva España! o lemas como ¡Por una España católica murieron gritando viva Cristo Rey! Igualmente en una Iglesia del Opus Dei, un grupo de antifascistas italianos tenían una concentración en protesta por estas beatificaciones. Al salir gente de la Iglesia fueron increpados los antifascistas y la policía, ni corta ni perezosa, comenzó a cargar contra la concentración antifascista, que tan solo protestaba. Este es el cuadro del pasado domingo.
La Iglesia católica ha vuelto a mostrarse donde está. Beatificando "mártires" que apoyaron a Franco y oponiéndose a condenar la dictadura franquista. Es normal, la Iglesia la apoyó contra lo que denominaron "el peligro bolchevique" Los obispos españoles en 1936 apoyaron de forma directa al alzamiento rebelde de los militares contra la República, bendicieron las armas y las ejecuciones masivas e incluso en algunas poblaciones sus curas castrenses participaban de esos pelotones de ejecución. Hoy todavía obispos como el de Guadalajara-Sigüenza dice que bajo el franquismo también hubo cosas positivas y que no quitará ninguna de las placas fascistas de las fachadas de las Iglesias pues él no las puso. Otros como el obispo de Navarra hizo un llamamiento en las últimas elecciones para votar a partidos que defienden la fe católica como "Falange Española de la JONS"
Esta bien. Por lo menos vemos donde esta cada uno y que nadie diga que la Iglesia se democratiza. Tendrá sus sectores, no lo dudo, pero desde luego este es su búnker y su sector mayoritario. La reacción y la intransigencia siempre esta con ellos.
Dicen que esos 498 religiosos eran mártires que murieron por su fe religiosa frente al fanatismo ateo de los "rojos" Viendo los nombre de los beatificados comprobamos como muchos de ellos durante los años republicanos había hostigados y criticado las estructuras republicanas y a las organizaciones obreras. Esto no es un delito, desde luego, pero sí se convierte en tal cuando desde las páginas de los periódicos de derechas y confesionales hacían llamamientos a alzamientos armados contra la "Anti España" El cardenal Segura, obispo primado de Toledo, clamó ya en 1931: "La maldición bendita caiga sobre España si llega a consolidarse la República" Incluso entre la lista de los religiosos a beatificar alguno era un torturar en su etapa de misionero en Filipinas.
La represión religiosa durante la Guerra Civil, que la propaganda franquista y católica se han encargado de magnificar, no fue tan terrible como la pinta. Esta claro que existió dicha represión, pero quedó centrada en los primeros días de la guerra y contra personajes muy concretos, esos que se habían significado de forma clara con las derechas reaccionarias durante la República y habían apoyado el alzamiento de forma clara. Las cifras desde luego no son tan abrumadoras como dice la Causa General ni las historias tan escandalosas como las que cuenta el libro sacado por la Conferencia Episcopal sobre ese tema. Investiguen los casos de sus pueblos y verán que sorpresas se llevan. Por ejemplo el ver a sacerdotes alineados con el Frente Popular, militantes de las organizaciones de izquierda y revolucionarias, o alcaldes mostrando a curas que apoyaron la República como ejemplo de lo que tenía que haber hecho el cristianismo (véase por ejemplo un caso en Alcalá de Henares)
La memoria de la Iglesia es fragmentaria. Lo fue, lo es y lo seguirá siendo. A la Iglesia no se le puede exigir nada en otra linea, porque la Iglesia no tiene linea distinta a la que lleva. Son lo que son y lo llevan a gala. Unos franquistas, unos carcas y unos reaccionarios.
Pero el debate se esta encauzando de forma errónea. Hay quien dice que ya que beatifican a religiosos asesinados por republicanos también se debería beatificar a religiosos asesinados por los franquistas. Me parece un debate falso, conciliador y que tiende a desviar el fondo de la cuestión. ¿Mañana si la Iglesia beatifica a curas vascos asesinados por Franco se convierte en una institución democrática y liberal? Me parece que no. Lo primero porque no lo va a hacer y lo segundo porque si lo hiciera seguiría sin condenar aquello en lo que participó, la rebelión contra el pueblo español en julio de 1936. Porque seguiría mintiendo en su historia, llena de crímenes y vilipendios. Y porque a los que de verdad nos declaramos ateos y anticlericales nos importa un carajo las beatificaciones.
Pero la Iglesia tiene buenos defensores y guardianes. El Estado el primero, tenga el gobierno que tenga. La Iglesia reaccionó de forma virulenta contra la Ley de Memoria Histórica y sin embargo a procedido a la beatificación de 498, donde nadie a dicho nada. Incluso uno de los ponentes de la Ley del gobierno socialista es familiar de uno de los beatificados. ¿Y se pretende que así se llegue a una posición de conjunto que repara el daño causado a las víctimas de la Guerra y el franquismo? No se pide ningún tipo de venganza (eso nunca entra en los roles nuestros) pero sí el reconocimiento de todo lo que paso y la reposición de todo lo que se quitó. Por ejemplo el patrimonio documental de las organizaciones derrotadas en la Guerra. ¿En algún momento del texto de Ley se habla de ello? La respuesta es no. Y si queda alguna duda echen un vistazo a la nota que el Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación sacó con motivo del acto de beatificación: http://www.mae.es/es/MenuPpal/Actualidad/Notas+de+Prensa/255NP20071027.htm
Resumiendo. Que desde luego el hecho de que se produjeran asesinatos durante la Guerra Civil es algo que a nadie agrada. Pero mientras en la retaguardia republicana se puso freno a ello (los decretos de Juan García Oliver la frente del Ministerio de Justicia o las acciones de Melchor Rodríguez son paradigmáticos) en la retaguardia franquista el odio cainita se imponía como norma. Jacinto Toryho en No eramos tan malos habla también de casos donde el clero es respetado por las organizaciones del Frente Popular. Todo lejos de las soflamas de la Iglesias y de adláteres como Miguel Mir o Pío Moa, que desentierran lo peor de la dictadura para ponerla al servicio de turbios intereses. El caso de Mir, con la supuesta localización de un diario de un militante de la FAI que decía asesinaba siguiendo patrones específicos. Y que eso lo ha localizado en el Archivo de la FAI que esta en Londres. Curioso, pero el Archivo del Comité Peninsular de la FAI no está en Londres, sino en Amsterdam, en el Instituto de Historia Social, junto con el de la CNT. ¿Que archivo ha consultado pues Mir? Me gustaría que me lo explicara.
Cerrando. La Iglesia sigue en su linea de memoria selectiva y de amnesia interesada. Mejor así. Por fin sabemos donde están unos y otros. Y sobre todo donde y como tenemos que opinar nosotros.

martes, 23 de octubre de 2007

Acto 90 aniversario de la Revolución Rusa

Os espero a todos en este acto. Hablaré sobre el papel y desarrollo de los anarquistas en el proceso revolucionario ruso, que hace 90 transformó la historia de la humanidad.

Documental y conferencia con motivo del

90 aniversario de la

REVOLUCIÓN RUSA



Jueves 25 de octubre a las 19:30 horas en el

Teatro de las Aguas

(calle De Las Aguas, 8)

Grupo Anarquista Volia (FAI)

sábado, 20 de octubre de 2007

Las memorias de Marcos Ana. "Decidme como es un árbol"


Hace tiempo que conozco la figura de Marcos Ana. Las razones son varias pero una era poderosa. Mi tesis doctoral versa sobre el movimiento obrero en Alcalá de Henares y, a parte de ella, realizo trabajos de investigación sobre la represión franquista en la ciudad complutense. Debido a ello, al acercarte a ese movimiento obrero del periodo republicano y de la Guerra Civil, el nombre de Fernando Macarro Castillo (verdadero nombre de Marcos Ana) se coloca en una posición de privilegio. Él pasó a engrosar en enero de 1936 las filas de las Juventudes Socialistas, que apenas unos meses después se unificaron con las Juventudes Comunistas y dieron paso a la creación de las Juventudes Socialistas Unificadas (JSU) Fernando Macarro fue Secretario de Organización de dicha organización el tiempo que estuvo durante la Guerra en Alcalá, cuando el secretario general de la misma era Agustín Anuarbe.

Pero el nombre de Fernando Macarro o de Marcos Ana no ha pasado a la historia de Alcalá por su paso por las JSU, sino por unos luctuosos sucesos que ocurrieron en la cuna de Cervantes durante la Guerra Civil, y de los que, aunque Marcos Ana era ajeno, pago con las culpas. A Marcos Ana se le acusó de ser el asesino del párroco de Alcalá, Marcial Plaza. Por este mismo crimen y por otros muchos donde también aparece el nombre de Marcos Ana, pagaron inocentes con su vida. Fue el caso de Basilio Yebra "Varillas" militante de la FAI o Ángel García, militante del PSOE. Si nos hiciéramos caso a lo que nos dice la Causa General, en los papeles de Alcalá de Henares, estos tres personajes practicamente eran omnipresente y estaban en todos los sucesos macabros que pasaron en Alcalá. Y desgraciadamente, a día de hoy, las figuras de los fallecidos Basilio Yebra y Ángel García, así como las de todavía vivo Marcos Ana, no están rehabilitadas. Nada de lo que se les acusó fue cierto, pero algunos pagaron con el tributo de la sangre y otros lo hicieron con la de larga condenas de cárcel. Marcos Ana no pudo asesinar a Marcial Plaza, porque el propio Marcos Ana presentó en su juicio papeles que demostraban que él estuvo en un puesto de la Cruz Roja en el momento de producirse el asesinato. Ni el Varillas, ni Ángel García ni Marcos Ana participaron en la quema de la Iglesia de Santa María la Mayor en agosto de 1936. Ese acontecimiento fue obra de unos personajes que las organizaciones obreras de Alcalá repudiaban. Y así una larga lista, como de los llamados "resucitados" que tras la guerra, y habiéndoseles creído muerto, vuelven para contar lo malos que eran los "rojos" y calmar así su sed de venganza. Sed de venganza que no paró en los casi 40 años de dictadura. Sin embargo hoy todavía hay una deuda con ellos. Y esa deuda no es legislable sino que es moral y ética, donde las leyes no alcanzan ni van a alcanzar nunca.

Hace poco Marcos Ana ha editado sus memorias en la editorial Umbriel-Tabla Rasa con el título Decidme como es un árbol, nombre que le da también a unos de sus poemas. Tengo que decir que he leído detenidamente las memorias. Si bien se me quedan cortas en su etapa de Alcalá y de todo lo sucedido, sus testimonios carcelarios y de oposición a la dictadura de Franco es una parte mas de la dilatada historia de los militantes antifranquistas. Y es que 23 años en la cárcel es algo terrible. Hace un tiempo tuve la oportunidad de hacer una entrevista al viejo anarquista Gregorio Gallego, uno de los integrantes de la primera Junta de Defensa de Madrid, y militantes de las Juventudes Libertarias. Gallego, al igual que Marcos Ana, estuvo 23 años en la cárcel. Como investigadores que rescatamos la historia, poner 23 años de carcel en cualquier papel es terriblemente fácil. Pero al hacerlo, al establecer ese concepto de empatía que se tiene que tener en cualquier investigación histórica para comprender mejor el acontecimiento, te das cuenta de las penalidades y sufrimientos de estos militantes, al que desde luego si algo les ayudo a salir de tan duro bache fue su ideología.

Marcos Ana es importante para mi porque en la cárcel conoce a un grupo de militantes comunistas que son acusados en Alcalá de Henares de un suceso que nunca cometieron. La explosión de un polvorín militar en septiembre de 1947 es la excusa que los militares franquistas utilizan para llevar al paredón a 8 militantes antifranquistas y a 69 condenados a diversas penas de cárcel. Marcos Ana conocía a algunos de ellos de su etapa en Alcalá, como el caso de Luciano Arroyo Cablanque (fusilado en la mañana del 20 de agosto de 1948) o Fernando Nacarino Moreno (condenado a 30 años de cárcel de los que cumplió 13 en diversos penales de España) Este suceso tendrá en breve la publicación de un libro tras una ardua investigación y escrito por un amigo mío y por mi.

Y aquí radica uno de los puntos nodales. La necesidad, y no solo la importancia, de recuperar los acontecimientos del pasados, que fueron mancillados por la dictadura y condenados al ostracismo por el actual sistema. Y aquí esta la importancia de memorias como las de Marcos Ana, que lejos de valorar sus ideas o algunos comentarios (no es aquí donde se debe hacer) sirve para rescatar una parte de la historia como espejo de vida. Por eso es importante Decidme como es un arbol, como lo es las memorias de Eduardo de Guzmán, de Gregorio Gallego, de García Oliver y de otros muchos que sería interminable enumerar. Y también rescatar desde la actualidad, desde los documentos, los acontecimientos históricos en su mas amplio contenido. Rescatar la historia de Alcalá de Henares, mi ciudad, y sus luchas obreras, o la de personajes que hoy están injustamente olvidados, como el caso del periodista Mauro Bajatierra, es necesidad.

Recomiendo las memorias de Marcos Ana. Son sencillas de leer y enganchan. Te acercan al lado mas humano de estos militantes. A sus sufrimientos en la cárcel, sus pasiones y sus penas. Sus esperanzas frustradas y las que tienen que venir. Porque este tipo de memorias lo que rebosan es optimismo. Optimismo frente a la adversidad, que es el mas necesario.
Ellos ya hicieron su trabajo, ahora nos toca a nosotros.

miércoles, 17 de octubre de 2007

Esos pensamientos que hoy defienden algunos

Como la Ley de Memoria Histórica, insuficiente, tardía y mal hecho, ha provocado una auténtica avalancha franquista en el PP, no he podido evitar la tentación de rescatar un texto que José María Pemán nos "legó" en una obra suya titulada La historia de España contada con sencillez y donde este poeta (malo donde los haya) definió lo que era la Anti-España para él, refiriéndose constantemente a la República como eso que tanto odia. Pero mejor el texto, que desde luego es esclarecedor:

"La República era como una concentración y alianza de todos los constantes enemigos de España, para hacer, contra ella, un esfuerzo definitivo. Napoleón, brazo de la Revolución francesa y liberal, volvía a entrar en España detrás de la masonería. Lutero, detrás de los intelectuales anticatólicos e impíos. Los turcos, detrás de los bolcheviques, asiáticos y destructores. Nuestras leyes se ponían a imitar a Méjico y a Rusia. Desandaban hacia atrás el camino de Colón y de Lepanto. Nos venían ahora los modelos de la América que ayer bautizamos y del Asia que ayer detuvimos.
Y la República sabía perfectamente donde estaban los puntos de apoyo de una posible y futura reacción española. A destruirlos ferozmente, dedicaban todos los afanes. España, lo hemos visto, ha sido a través de su historia, nada más que esto: Fe, Monarquía y Milicia como instrumento de su Unidad. Esta es la definición de España. Por eso la República, negándolas una a una (además de ser eso: República -es decir anti-Monarquía) era anticatólica, antimilitar y separatista. La República era en todo, el triunfo de la Anti-España"
(Tomo Segundo. Pág. 209-210)

Poco hay que decir a este fragmento, pero recuerda mucho a determinado lenguaje que se ha estado utilizando últimamente. Para determinado sector de España los enemigos siguen siendo lo que marcaba Mauricio Karl en una de sus obras: Enemigos de España. Marxismo, anarquismo, masonería. Poco ha cambiado la visión de la derecha cuando recurre constantemente al mito de la Revolución de Asturias de 1934 como inicio de la Guerra Civil. Cuando constantemente hace "ver" el peligro separatista. Cuando desde medios como la COPE se pone a la masonería como el elemento mas peligroso.
Es que es vergonzoso todo lo que esta rodeando este tema. Para criticar a la ley de memoria hay muchos puntos, pero no precisamente el que ha elegido la derecha, que por otra parte es en el que ha estado toda su vida. Con los verdugos y en contra de las víctimas. Lo que deberían de hacer los dirigentes del PP es callarse la boca, tener un respeto por las víctimas de la dictadura, y por que no, comprarse un bosque y que se pierdan.

lunes, 15 de octubre de 2007

La malidencia de un derechista llamado Mayor Oreja

Hay quien tiene muchos bemoles para decir determinadas cosas. Y últimamente la derecha española, por fortuna, no se esta cortando un pelo. Por fin están dando la verdadera cara y nos están demostrando de donde han salido. Que tomen buena nota esos cándidos que decían que la derecha española se había democratizado cuando el señor ese del bigote, que da conferencias en Georgetown, ganó las elecciones en 1996. Y ahora no me refiero ni a las mentiras de Acebes ("Todo aquel que piense que esto no lo ha hecho ETA es un miserable") ni Zaplana ("Yo he venido a la política para forrarme"), ni el animatronic de Mariano I Rajoy de España (hoy en Público decían que Rajoy ha salido del armario del día del "Orgullo Rey")
Hoy el señor Jaime Mayor Oreja ha soltado estas lindezas respecto al franquismo a tenor de la tan traída "Memoria Histórica"

«¿Por qué voy a tener que condenar yo el franquismo?»

Jaime Mayor Oreja critica duramente la Ley de la Memoria Histórica y no cree que haya que condenar el franquismo.

-¿Qué opina de la Ley de la Memoria Histórica?

-Hacer de una tragedia de nuestra historia un elemento de división es fácil, pero es un disparate. Si hicimos un esfuerzo en la transición para que este tema no siguiera dividiendo a los españoles, ¿para qué resucitar otra vez quiénes fueron más asesinos en la guerra?

-¿Por qué le cuesta tanto al PP condenar el franquismo?

-Porque eso forma parte de la historia de España. Yo no lo he condenado, yo elogio y alabo la transición democrática. ¿Cómo voy a condenar lo que, sin duda, representaba a un sector muy amplio de españoles?

-Por esa misma lógica, tampoco condenará el nazismo o el estalinismo, porque muchos alemanes y soviéticos los apoyaron.

-En la guerra hubo dos bandos y en el nazismo solo uno.

-En el franquismo solo hubo un bando que reprimía.

-También hubo dos, porque el franquismo fue la consecuencia de una Guerra Civil en la que hubo dos bandos. No es lo mismo que el régimen nazi, donde había un solo verdugo.

-Entonces, dejando al margen la Ley de la Memoria Histórica, ¿no considera pertinente condenar el franquismo?

-No, por muchas razones. ¿Por qué voy a tener que condenar yo el franquismo si hubo muchas familias que lo vivieron con naturalidad y normalidad? En mi tierra vasca hubo unos mitos infinitos. Fue mucho peor la guerra que el franquismo. Algunos dicen que las persecuciones en los pueblos vascos fueron terribles, pero no debieron serlo tanto cuando todos los guardias civiles gallegos pedían ir al País Vasco. Era una situación de extraordinaria placidez. Dejemos las disquisiciones sobre el franquismo a los historiadores.


Bien por don Jaime. Por fin ha dicho lo que quería. Y por fin nosotros le podemos llamar lo que realmente es: "Señor Mayor Oreja, usted es un franquista"

jueves, 11 de octubre de 2007

Noventa aniversario de la Revolución Rusa y la importancia del anarquismo



El 7 de noviembre de 1917 (25 de octubre según el calendario juliano ruso) se producía uno de los acontecimientos más trascendentales de la historia de la humanidad. Ese día, tras los acuerdos tomados en el Colegio Smolny por el Segundo Congreso Panruso de los Soviets, se producía la caída del régimen liberal burgués que dominaba Rusia desde febrero de ese año y se procedía al establecimiento de una sociedad socialista. Desde las jornadas de la Comuna de Paris de 1871, no se producía un fenómeno similar.

Pero los antecedentes y los consecuentes de aquel acontecimiento no deben quedar en el olvido, sobre todo porque todos los relatos sobre los mismos no han sido justos con la participación anarquista en aquellas jornadas históricas.

Rusia había tenido una profunda tradición revolucionaria desde el siglo XIX. Los trabajadores y los campesinos rusos, a pesar de ser analfabetos y estar fuertemente controlados por la Iglesia, siempre tuvo un componente de insatisfacción que le hizo buscar horizontes mejores en una sociedad que le era completamente adversa. Desde el movimiento decembrista de 1825 hasta el estallido revolucionario de 1905, se va formando una serie de ideologías y movimientos que servirán como avanzadilla de lo que será el posterior desarrollo revolucionario de 1917.

La revolución de 1905 ya había dado un toque de aviso a las estructuras autocráticas de Rusia. La figura del Zar, que se creía la encarnación del Dios en la tierra, había estado hasta ese momento a salvo de unas masas populares que creían que el dirigente máximo de Rusia estaba siendo engañado por una corte corrupta. Pero los sucesos del domingo sangriento de enero de 1905, donde las fuerzas del Zar, por orden directa de Nicolás II, abrió fuego contra las masas trabajadoras que se dirigían a solicitarle leves mejoras en sus condiciones, mostró donde estaba el Zar y cual era la actitud que tendría con el pueblo.

La fuerte represión generada por la oleada revolucionaria de todo el año 1905 dejó muy mal parado al Zar, que para evitar una caída inminente, tuvo que conceder la apertura de la Duma (parlamento ruso) y dar determinados derechos liberales, que él mismo se encargó de enterrar cuando la situación le volvió a ser favorables. Las reformas que Sergei Witte o Alexander Stolypin intentaron introducir se tornaron en autentico fracaso.

Igualmente el desarrollo de las ideologías obreras, representadas en Rusia por el marxismo, el anarquismo y el populismo, no paraban de crecer. Las ideas finalistas de estas ideologías iban avanzando entre la mentalidad del pueblo ruso. El Partido Socialdemócrata Obrero de Rusia (con todas sus escisiones y variantes), el Partido Social Revolucionario y los grupos anarquistas iban canalizando el descontento de la población rusa. Sí durante las jornadas de 1905 fue el PSR quien más dinamizó, la represión que cae sobre él hace que sea el Partido Socialdemócrata, con su fracción bolchevique, quien va ganando más adeptos desde 1912, año de la fundación como tal del Partido Bolchevique. Pero la victoria de los bolcheviques tras la toma revolucionaria de octubre de 1917, y el no cumplimiento de las expectativas marcadas por esto, hace que el anarquismo se convierta en una realidad para el pueblo ruso y en una alternativa viable para la consolidación definitiva de la Revolución.

El año 1917 fue duro en Rusia. La Primera Guerra Mundial estaba haciendo mella tanto en el ejército como en la escasez del pueblo ruso. Los bolcheviques llevaban tiempo con la consigna de alistamiento en el Ejército para sembrar el caos en el frente y poder así forzar una salida revolucionaria que contara con el apoyo de los soldados. Igualmente la figura de los soviets se va extendiendo por toda Rusia. Paulatinamente la Asamblea Constituyente que se había establecido tras la caída del Zar en febrero de 1917, va perdiendo peso a favor del poder popular que representaba el soviet. Y lejos de la mitificación de los soviets como órganos bolcheviques, todas las tendencias revolucionarias, desde las más moderadas de los mencheviques hasta las más radicales de los anarquistas, se encontraban representadas en su seno. Por ejemplo el soviet de Bialystok, ciudad que durante la Segunda Guerra Mundial sufrirá los horrores del nazismo, era de mayoría anarquista desde su origen. Los bolcheviques lo que hicieron fue el intento de control de todos los soviets para ponerlos a disposición del Partido Bolchevique, algo que buscaron desde 1905.

Igualmente la flota del Báltico tenía fama por ser abnegados revolucionarios. La guarnición de Kronstadt, donde los anarquistas tenían un gran peso, siempre fue una de las primeras en acudir a Petrogrado para ayudar al establecimiento definitivo de las estructuras revolucionarias.

Los derechistas intentaron reaccionar ante el avance revolucionario. En agosto de 1917 el general Kornilov intenta dar un vuelco a la situación y retomar el camino de la autocracia zarista. Kerensky, temeroso de que armar al pueblo sea su final, no tiene otra salida. Los anarquistas vuelven a ser protagonistas en el aplastamiento del golpe de Kornilov y la caída de Kerensky. La División Dvitsti, dirigida por los anarquistas Gratchov y Fedotov participar de ello.

Los bolcheviques crecían y articulaban un partido que estaba dispuesto a tomar el poder. Los anarquistas no le iban a la zaga y el desarrollo de su propaganda le colocó en muy buen lugar durante las jornadas de octubre de 1917. Varios son los grupos y organizaciones anarquistas rusas que se desarrollan durante esta época. A destacar la Unión de Propaganda Anarcosindicalista “Goloss Truda” (La voz del trabajo), con un órgano de expresión con el mismo nombre que llegó a convertirse en diario. Tenía su peso fuerte en Moscú y en Petrogrado y llegó a impulsar una editorial de libros anarquistas.

Por otras parte se desarrolla la Federación de Grupos Anarquistas de Moscú que sacaba el diario “La Anarquía” Tuvo una larga vida, hasta las jornadas de febrero-marzo de 1921, cuando son aniquilados por la dictadura bolchevique.

Por último destacar a la Confederación de Organizaciones Anarquistas de Ucrania, con el periódico “Nabate” (La Campana) Su propósito fue la creación de una Confederación Anarquista Panrusa. Al estar en Ucrania colaboró con el Ejercito Insurreccional Majnovista de Néstor Majnó.

Junto a ellos en distintas ciudades de la geografía rusa existían multitud de grupos anarquistas. Y es precisamente esta dispersión lo que para Volin, el mejor historiador del anarquismo ruso durante la revolución, significó el no triunfo del anarquismo en la Revolución. El haber unificado tendencias y organizaciones hubiese podido contrarrestar la propaganda y el empuje de los bolcheviques.

Aun así la posición de los anarquistas rusos es clara respecto a los bolcheviques, merced a que la propaganda en la calle es muy similar entre los dos grupos, lo que hacía difícil a la población la distinción de un bolchevique y de un anarquista. Los anarquistas consideran que como tal deben de estar en la calle, con las masas revolucionarias, porque es deber de todo revolucionario apoyar la Revolución. Y en la calle están todas las tendencias en liza. Y es por ello, que es allí donde se tiene que mostrar la diferencia fehaciente entre los socialdemócratas y los anarquistas. Porque ambos grupos defienden ¡Todo el poder a los soviets! Para los anarquistas rusos “consideramos negativa toda acción de las masas desencadenada por fines políticos y bajo la égida de un partido político; y, concibiendo de modo bien distinto, el comienzo como el desarrollo de una verdadera Revolución Social (...)”

Pero la toma del poder por los bolcheviques en octubre de 1917, actividad en la cual participan los anarquistas, significa también el inicio de la represión contra el movimiento libertario. Durante 1918, si bien se pudo en muchos aspectos seguir desarrollando una propaganda efectiva entre los trabajadores, lo que hacia que los anarquistas siguieran siendo referencia, los bolcheviques en el gobierno comenzaron a clausurar centros anarquistas y a detener a sus militantes, que a la altura de 1919 abarrotaban las cárceles rusas. Aun así, algunos de ellos seguían teniendo tal prestigio que los bolcheviques no actuaban contra ellos. Es el caso del histórico Kropotkin, que desde Dimitrovo envió cartas a Lenin diciéndole que se estaba equivocando en el curso de la revolución. También anarquistas como Emma Goldman o Alexander Berkman que se fueron de Rusia tras la represión de la Comuna de Kronstadt en 1921. Otros anarquistas que fueron respetados y de los que se desconoce el paradero, es el caso de Perkus y Petrovsky. Otros no corrieron la misma suerte. Volin fue encarcelado y León Chorny y Fanny Baron asesinados. Algunos anarquistas, persuadidos por la propaganda bolchevique pasaron a engrosar sus filas. Al producirse el Congreso de la Internacional Sindical Roja, el delegado de la CNT de España, Ángel Pestaña, pregunta porque los anarquistas rusos están en la cárcel. Trotsky contesta que en la cárcel no hay anarquistas sino bandidos que se hacen llamar anarquistas. Fue algo que Pestaña no pasó por alto y sirvió para que la CNT española no se adhiriera a la Internacional Comunista. En el papel de la represión la Cheka actuó con dureza contra el anarquismo. Otra frase de Trotsky fue que la cheka “barra con escoba de hierro al anarquismo de Rusia”

La represión del movimiento de Majnó en Ucrania y la represión de Kronstadt son los últimos episodios del anarquismo organizado ruso.

La participación de los anarquistas en un fenómeno del pueblo como la Revolución no puede quedar en el olvido. Cuando se cumplen noventa años de aquel acontecimiento es deber de todo revolucionario recordarlo. La Revolución Rusa no es la revolución de los bolcheviques, sino la revolución del pueblo, con el que siempre estuvieron los anarquistas. El exilio ruso legó toda la epopeya del pueblo e hizo ver que el establecimiento de una sociedad socialista sin el yugo del Estado era posible. Hoy más que nunca el ejemplo de Rusia debe de servir para las luchas de hoy y del porvenir.

martes, 9 de octubre de 2007

El asesino de Federico García Lorca

No cabe duda que una de las máximas instituciones en la biografía y personalidad del poeta Federico García Lorca, es el hispanista irlandés Ian Gibson. Su trayectoria como escritor es realmente dilatada y sus obras son conocidas para cualquier investigador que se quiera acercar en la materia. Varias son las obras de Gibson sobre García Lorca: La represión nacionalista de Granada en 1936 y la muerte de Federico García Lorca (1971), Guía de la Granada de Federico García Lorca (1989), Vida, pasión y muerte de Federico García Lorca (1998) o Cuatro poetas en guerra que mas me interesaron fue su estudio sobre la matanza de (2007), donde no solo analiza a García Lorca sino a Miguel Hernández, Juan Ramón Jiménez y Antonio Machado. Aunque debo de confesar que los títulos de GibsonParacuellos titulado Paracuellos, como fue, editado en 1983 y reeditado hace poco, o la obra sobre José Calvo Sotelo titulada La noche que mataron a Calvo Sotelo (1982) Con esos libros Gibson abrió unos difíciles debates sobre represión y sirvió para ir rompiendo determinados lugares comunes.
Pero la última obra de Gibson es estremecedora y viene a ampliar su amplia bibliografía sobre García Lorca. El hombre que detuvo a García Lorca. Ramón Ruiz Alonso y la muerte del poeta, es una obra profunda, dinanamica y precisa sobre los últimos momentos en la vida del poeta granadino y la trayectoria política y vital del diputado derechista Ramón Ruiz Alonso. Éste pasará a la historia como el hombre que detuvo a García Lorca y que provocó la ejecución del poeta unas horas después.
Ramón Ruiz Alonso, un salmantino afincado en Granada, había vivido durante un tiempo en Madrid. Su máximo odio era el movimiento obrero de izquierda. Su profesión de tipógrafo le valió el enfrentamiento en Madrid con las sociedades obreras afectas a la Casa del Pueblo, donde los tipógrafos eran mayoría. Su participación en periódicos derechistas de la época apuntaba al odio cainita que demostrará durante la larga represión en Granada.
Ruiz Alonso sale elegido diputado por Granada en noviembre de 1933 por Acción Obrerista, aunque posteriormente pasará a las filas de Acción Popular, partido que integrará la CEDA (Confederación Española de Derechas Autónomas) y que dirigía José María Gil Robles, llamado popularmente "el Jefe" La violencia fue la nota característica de Ruiz Alonso a su paso por el Congreso de los Diputados, donde se jactaba de diputado obrero, de derechas. Sus soflamas iban dirigidas a los obreros encuadrados en la UGT y la CNT, para que "abrieran los ojos" y vieran que la solución la marcaba la derecha que él representaba y el problema la izquierda.
La victoria del Frente Popular y las irregularidades que se producen en la provincia de Granada, donde al principio ganó la derecha, pero viendo como se desenvolvió las elecciones muchos electores se vieron coaccionados en ese voto y repetidas las mismas se produce la victoria de la izquierda, hace que Ruiz Alonso pierda su acta de diputado.
Para esas fechas Federico García Lorca es un afamado poeta y dramaturgo español. Ha recorrido mucho mundo, ha escrito grandes obras como Yerma o Bodas de Sangre y estaba a punto de estrenar La casa de Bernarda Alba. Durante la República participó de un teatro popular, con una compañía, "La Barraca". Gran amigo de políticos e intelectuales de la época, todos de izquierda, García Lorca se va ganando una enemistad en el campo enemigo. A ello se une, que en las visiones estrechas y miopes del tradicionalismo español mas rancio, no cabía su condición de homosexual. Lorca tenía un compromiso con la izquierda.
La sublevación militar le hace volver a Granada. Pero allí le esperaba la muerte. Ruiz Alonso sabía de la vuelta del poeta (las derechas granadinas le llamaban el "cabeza gorda") El 16 de agosto de 1936 Lorca es detenido (como lo había sido muchos otros ya, como su cuñado, el socialista Manuel Fernández-Montesinos Lustau, amigo, como García Lorca, de Fernando de los Ríos Urruti) y dos días después asesinado junto a un maestro y dos banderilleros anarquistas. El hombre que detuvo a García Lorca fue Ramón Ruiz Alonso. Él también fue participe de la muerte de una de las cimas de la cultura española y mundial.
Con la muerte de García Lorca los rebeldes demostraban que nada iban a respetar. Su misión era implantar el terror. Y así lo hacen.
Ruiz Alonso jamás dio una señal de arrepentimiento. Muy por el contrario negaba su participación en el crimen, aunque no en la detención.
Gracias a Ian Gibson y su exhaustivo seguimiento esos días así como al rescate de la figura de Ruiz Alonso, se ha podido rescatar uno de los episodios mas negros de la historia reciente de España. Que tomen nota aquellos que todavía no quieren recordar.
Por último dos cuestiones. Recomiendo este libro para aquellos que quieran saber más sobre el poeta y trágico final. Igualmente agradezco esta lectura a esa persona que me regaló el libro y que una vez más ha vuelto a dar en el clavo. Y ya van unas cuantas.

domingo, 7 de octubre de 2007

Ley de la Memoria Histórica. Último acto

Cuando el PSOE ganó las elecciones en marzo de 2004 uno de sus máximos puntos del programa era aquello que denominaron "Memoria Histórico". Con ello pretendía reparar los daños morales y políticos causados por la Guerra Civil y la larga noche de la dictadura franquista. Muchos se ilusionaron y vieron ahí la posibilidad de que por fin se produjeran las equiparaciones y que los derrotados en la Guerra y asesinados y represaliados en la dictadura ocuparan el lugar que la historia, por aquellas cuestiones del destino, les negó. Otros no teníamos tanta confianza, porque sabemos como funciona ese mundo político y a que se atienen.
Ese proyecto ha estado dormitando durante toda la legislatura de José Luis Rodríguez Zapatero. Mientras la asociaciones de víctimas han estado reclamando constantemente que saliera adelante. Y por su parte la derecha política, demostrando claramente donde están sus orígenes, acusaba a todo el mundo de "guerracivilismo" y rescataba todos los odios del pasado que ellos mismos fueron los protagonistas en fomentar.
Hoy estamos a pocos meses de las elecciones y los avances han sido nulos. Cierto es que han desaparecido de las calles algunos símbolos del oprobio franquista. La estatua que el dictador tenía en Nuevos Ministerios o las que existía en Guadalajara de él mismo Franco y de José Antonio Primo de Rivera, entre otras. Hay que decir que la desaparición de estos símbolos se produce sobre todo por las iniciativas de grupos políticos y sociales de las poblaciones, que por la benevolencia de los políticos de turno. En Guadalajara, por ejemplo, son los anarquistas quienes impulsan esa iniciativa, que el Ayuntamiento hizo efectiva "con nocturnidad y alevosía" No se pudo despedir como se "merecían" las estatuas de las discordia.
Pero dejando a un lado esos actos, pocos y simbólicos, nada se a avanzado. Asistimos este año a un acuerdo entre PSOE e IU para declarar "ilegítimos" los juicios franquistas y así desbloquear la Ley de Memoria. Pero el argumento lingüístico no podía ser. Ilegitimo no es anular nada. Los juicios franquistas si se distinguen por algo es por su arbitrariedad. Esta basado en una legislación emanada de una guerra, donde los reos no tenían ningún tipo de garantías procesales, en Consejos de Guerra que se despachaban en 2 horas, y donde podía haber 10 acusados y salían 30 penas de muerte. No se les puede tomar el pelo a las víctimas y decir que declarándolos ilegítimos se ha solucionado la cosa. Hay que ser decido y anular todo aquello. Las víctimas del franquismo son inocentes. Gente que lucho por un mundo mejor y mas justo. Ese fue su delito. Y aquellos que pudieron cometer acto delictivo no le quedó en ningún momento el argumento legal de la presunción de inocencia. No es una cuestión de legitimidad o ilegitimidad. Es una cuestión de justicia histórica.
El paroxismo llega cuando partidos como CiU pretenden introducir medidas donde se trate la represión en la retaguardia republicana y represión religiosa. Quieren equiparar así a las víctimas de lo que denominan "bandos" en la Guerra Civil. No se puede estar mas alejado la realidad. Teniendo en cuenta que partimos del principio de que cualquier víctima en una guerra es la primera derrotada, la represión republicana y franquista difiere en forma y fondo. No olvidemos una cosa. La República es atacada por determinados sectores políticos y una parte del Ejército ayudados por la Iglesia. la República se defiende. Los golpistas atacaron. Mientras en la retaguardia republicana los casos de represión fuerte se centran en agosto-septiembre de 1936 (con un pico en noviembre por el asedio a Madrid) en la retaguardia golpista grupos de falangistas sembraban el terror en matanzas masivas y las autoridades militares daban vía libre para la represión en masa. Los casos son múltiples. No olvidemos que el general Mola, cuando planea la sublevación dice tácitamente que tiene que ser lo mas rápida y cruenta posible, sembrando el terror. La represión republicana y religiosa, magnificada durante los casi cuarenta años de dictadura, va disminuyendo a medida que se realizan estudios pormenorizados de las zonas. Los dirigente republicanos y revolucionarios establecieron toda una serie de disposiciones legales para impedir los actos de abuso en la retaguardia. Los decretos de Juan García Oliver, ministro anarquista de Justicia, o las acciones del Director General de Prisiones, el también anarquista Melchor Rodríguez, son ejemplo de ello. No se encuentra ningún tipo de actuación similar en toda la zona rebelde.
No nos engañemos. La Ley de Memoria Histórica ha sido un fracaso y se va a volver a convertir en una nueva ley de punto final. Tendremos que seguir reivindicando la memoria de los que perdieron la guerra y de aquellos que fueron asesinados y perseguidos durante el franquismo. Nuestros estudios servirán para poder poner encima de la mesa todas las cuestiones a debatir. Y demostrar, una vez mas, que las leyes no nos ayudan en nada. Que la recuperación histórica no es cuestión de ley sino de necesidad.

lunes, 1 de octubre de 2007

El niño con el pijama de rayas

Paseaba un día con dos amigas por una de las librerías de Lavapies y una de ellas compró un libro del que había oído buenas críticas en el programa de la Cadena SER "La Ventana". La escritora Almudena Grandes había hablado sobre él. Cuando lo compró se lo pedí para echarle una ojeada y no reparé en él. Leí la contraportada y no me dijo nada. Su título era más bien enigmático y bastante infantil: El niño con el pijama de rayas
Pasadas unas semanas volví a ver el libro en una librería de mi pueblo y ya me surgió la duda. ¿De que iría el libro ese con un título tan extraño? Hable con mi amiga y le pedí que me dejara el libro si ya lo había leído. Cuando me lo prestó me hizo una pregunta que me llamó mas la atención: "¿Que te sugiere el título?" No supe que contestar. Le dije que parecía un cuento de niños y nada más. Hacía poco que había leído Momo de Michael Ende (también recomendado por esta misma amiga)
Tengo que confesar que la lectura del libro El niño con el pijama de rayas me ha gustado y me ha parecido, no solo ilustrativa sino didáctica. Y más para personas que estamos en el mundo académico y que muchas veces cuesta trasmitir algunas cuestiones.
El autor del libro es John Boyne, un irlandés que ha escrito otros muchos. La verdad es que al autor no le conocía de nada.
El niño con el pijama de rayas cuanta la historia de eso, de un niño. Un niño alemán, Bruno, que vive con su familia en el Berlín de principios de la década de 1940. Su padre es un alto mando del Ejercito alemán, un nazi que tiene contactos con Hitler. Y es esté quien destina al padre de Bruno a uno de los escenarios más terribles, no solo de la Segunda Guerra Mundial, sino de la historia de la humanidad: Auschwitz.
Bruno, esta triste, porque en Auschwitz(Auchviz, como el dice) no hay nada de lo que ha dejado en Berlín. Amigos, a su abuela, su casa, etc. Y además hay unas enigmáticas alambradas, con gente que viste de la misma manera. Los inicios de Bruno en su nuevo hogar son realmente duros. Pero pronto Bruno conoce a otro niño. Alguien que esta al otro lado de la alambrada. Conoce a Shmuel, un niño judío que ha nacido el mismo día que él pero que ha corrido una suerte bien distinta. Desde entonces Bruno se ve envuelto en una nueva amistad, con la declara una gran empatía. Hay toda una galería de personajes que merece la pena acercarse a ellos. La madre de Bruno, el teniente Kotler, Gretel (hermana de Bruno), la criada María, Pavel, etc.
Sin entrar en detalle del cuento, que recomiendo muy fervientemente, hay una lectura que he sacado de él y que me ha gustado. Como investigador de historia y tras haber leído bastantes libros sobre el régimen nazi, he descubierto que no hay nada mas terrible que la visión de todo el horror nazi a través de los ojos de un niño. De un niño inocente, que no sabe lo que esta pasando. Porque los comentarios de Bruno en el libro son inocentes. Pero nosotros, los lectores, sabemos que estaba pasando. Es una sensación parecida a cuando leí el Diario de Ana Frank. Porque todo lo inocente que es un niño choca con una realidad tan cruda.
La verdad es que el libro podría ser perfectamente lectura para los adultos como para los propios niños que terminan el colegio o empiezan el instituto. Una manera amena y distinta de acercarse al universo concentracionario de los nazis, a su brutalidad, a través de los ojos de alguien distinto.
Y también agradecer a mi amiga que me facilitara esta lectura. Una sabia elección. Ahora entiendo muchas otras cosas.