lunes, 25 de agosto de 2008

Un callejero distinto

Una de las grandes reivindicaciones históricas desde la muerte de Franco es el cambio de determinadas calles que en numerosas ciudades y pueblos de España se mantienen haciendo una reminiscencia de la dictadura. Calles a Franco, a José Antonio Primo de Rivera, al general Mola, etc., son en muchos sitios habituales. Por no hablar de estatuas y placas conmemorativas que todavía se mantienen a lo largo y ancho de la geografía española. Algo realmente vergonzoso y lamentable. Unos Ayuntamientos que se hacen llamar democráticos y que permiten tal circunstancia.
Pero paseando por las calles de Gijón nos damos cuenta que no todo es igual. Junto a una bonita Plaza Mayor, una encantadora playa de San Lorenzo o de Poniente y una Cimadevilla con un espectacular monumento de Chillida, te das cuenta que el callejero gijonés es distinto. Poco vestigio de la dictadura y bastante reconocimiento a militantes obreros que lucharon por un mundo mejor y distinto. Tengo que decir que me ha sorprendido bastante.
Por ejemplo hay una calle a Avelino González Mallada. Anarquista gijonés y primer director del periódico CNT. Durante la Guerra Civil fue alcalde de Gijón entre 1936 y 1937. Igualmente tiene una calle Eleuterio Quintanilla, anarquista gijonés, militante de la CNT y la FAI y uno de los participantes en la importante Revolución de Octubre de 1934 en Asturias. Ambos pertenecían también a la masonería, a la Logia Jovellanos, ubicada en Gijón (Jovellanos, también gijonés, ilustrado y que tiene una casa museo en la ciudad)
Calle tiene también el pedagogo libertario Francisco Ferrer Guardia, fundador en 1901 de la Escuela Moderna y asesinado por el régimen monárquico de Alfonso XIII, en connivencia con la Iglesia jesuítica, tras los sucesos de 1909 en Barcelona.
Como otras peculiaridades diremos que Gijón tiene una Plaza de la República, una parque y calle Carlos Marx, una calle a Pablo Iglesias, al republicano Alvaro de Albornoz, una plaza al General Riego, a Clara Campoamor, al socialista asturiano Manuel Llaneza, etc.
Algo que creo que se repite en muy pocas ciudades españolas. Pero por otra parte también existe algún vestigio del pasado franquista. Por ejemplo hay una avenida a Torcuato Fernández Miranda, que fue presidente de la cortes españolas franquistas. O un callejero muy religioso en algunos aspectos (algo que si se repite) Lo mismo que tiene una calle a Juan Carlos I.
Por lo demás, aun con sus problemas, creo que Gijón es algo distinto en este aspecto, y en otros muchos, a otras ciudades de nuestro país. Que tomen nota algunos.

domingo, 10 de agosto de 2008

Dos museos de interés

Descansando en una bonita ciudad como Copenhague, da para ver muchas cosas de interés. En ella podemos visitar la famosa Sirenita (monumento precioso donde los haya), muchos castillos, calles de cuento y canales del Báltico que son una auténtica gozada.
Pero en todo viaje hay que ver también que ha pasado en su historia mas reciente y como trata su propia historia. Vivimos en un país como España donde la historia reciente, tras los durísimos lustros de la dictadura, es tratada de forma arbitraria y nada seria.
Consultando las guías de viaje a Dinamarca hemos visitado dos museos de real interés. El Museo de los Trabajadores (Arbejdermuseet) y el Museo de la Resistencia (Frihedsmuseet).
La historia de la clase obrera danesa en los dos últimos siglos es motivo de todo un museo. Comezando por como estaba estructurado un barrio obrero, las viviendas de los trabajadores, centrada sobre todo en la década de 1930 y la de 1950, sus agrupaciones obreras, de mayoría socialdemócrata, la organización del trabajo industrial y del trabajo pesquero, mayoritarios por razones obvias en la zona, etc. Todo recreado con gran naturalismo. Igualmente una gran sala donde se reunen los sindicatos daneses, asi como una exposición de dos caricaturistas que durante la ocupación nazi del país, realizaron dibujos satíricos sobre la barbarie que Hitler estaba imponiendo en Europa. Una de las curiosidades es que en la tienda de souvenirs vendían toda clase de herramientas de trabajo en miniatura. Y entre los libros que había a la venta uno en danés sobre la defensa de Madrid durante la Guerra Civil, así como carteles de la Revolución Rusa y de la Guerra Civil. Una auténtica joya de museo situado en la calle Rømersgade, muy cerca del centro de la ciudad.
El Museo de la Resistencia es todo un paseo por la Segunda Guerra Mundial en Dinamarca. Desde la invasión de los nazis hasta la total liberación en 1945. Hace gran hincapie en el papel que juega la resistencia, su colaboración para que numerosos judios fueran evacuados a Suecia (país neutral durante la Segunda Guerra Mundial), como colaboró para la expulsión de los nazis de Dinamarca, sus actos de sabotaje y como los nazis perseguían y exterminaban a sus componentes. No olvida a los daneses, judios o no, internados en campos de concentración, dando todas las explicaciones sobre la situación de los mismos y la cantidad de campos que existieron a los largo y ancho de Europa. Pero hay algo en el museo que es realmente sorprendente para nosotros, lo que demuestra la mentalidad de un pueblo y un país que han sabido recuperar su pasado. Muchos daneses fueron colaboracionistas de los nazis. No lo ocultan los daneses. Es parte de su historia. Y así lo deja reflejado en la exposición. Lo mismo que hubo daneses que lucharon contra la bota nazi hubo otros que los recibieron bien. Esos perdieron y fueron juzgados por colaborar en los crímenes contra la humanidad. A la entrada del museo hay un coche blindado que realizaron los resistentes daneses. Este museo está un poco más alejado del centro, en el Parque Churchill, otra marivilla de la ciudad. Y en ese mismo parque hay un monumento dedicado a los brigadistas internacionales daneses que lucharon en
España durante la Guerra Civil. Es un monumento similar al que pude ver hace dos veranos en Estocolmo. Un bonito homenaje a aquellos que lo dejaron todo por luchar por la libertad.
Viendo todo esto te hace mucho que pensar. En
España no hay ningún museo que trate estos temas. No hay un museo de la clase trabajadora. De su vida, de sus condiciones de vida penosa durante tanto tiempo ni de su alto nivel de asociacionismo obrero. No olvidemos que la CNT fue la organización sindical modelo durante muchos decenios en Europa. Tampoco un museo de la resistencia al franquismo. Los maquis son todavía considerados en España unos bandidos. En cualquier país luchar contra una dictadura liberticida es un honor. Es España sigue siendo un delito.
Sales a Europa y te das cuenta de las carencias de nuestro país en algunos aspectos. Son buenos ejemplos para ver como algunos han aprendido de sus errorres y saben reconocer los méritos y los modos de vida de aquellos que tanto han luchado por un mundo más digno y justo.

domingo, 3 de agosto de 2008

Recomendación de dos libros

Entre tanto papel de "memoria histórica" y tanta lectura relacionado con los temas de investigación, a veces apetece también desconectar un poco y leer en esos pocos ratos libres que tenemos, alguna cosa que no tenga mucho que ver con todo lo que te ocupa.
Por ello recomiendo dos libros que me he leído con esa intención. En realidad han sido dos regalos, porque siempre es importante que alguien a tu lado te ayude a desconectar de muchas cosas.
El primero es un libro didáctico e interesante titulado Historias curiosas de la ciencia de Ciryl Aydon. Este libro me hubiese facilitado mucho el estudio de una asignatura que tuve en tercero de carrera (hace ya años) titulada "Historia de la ciencia contemporánea" De manera amena te realiza un recorrido por toda la historia de la ciencia. A través de las anécdotas descubres la evolución de química, la física, la biología, la antropología, etc. Muy interesante, muy didáctico y muy recomendable.
Otro libro es un novela de Susanna Tamaro titulada Escucha mi voz, continuación de su anterior obra Donde el corazón te lleve. Si bien la historia tiene un comienzo bastante prometedor, hay un momento de la misma donde comienzan a meterse aspectos religiosos que quizá, desde mi punto, chafan un poco las expectativas primeras que me marque con la novela. Aun así para un rato es entretenida y se lee enseguida.
Dos lecturas ahora que viene el tiempo de desconectar un poco en verano. Para quienes les interese que las disfruten.