lunes, 22 de noviembre de 2010

35 AÑOS DE LA MUERTE DE FRANCO Y DE LA PROCLAMACIÓN DE SU SUCESOR COMO REY DE ESPAÑA


Se han cumplido 35 años de la muerte de Franco. Podemos decir que murió el perro, pero aun hoy se mantiene la rabia. Y una muestra de esa rabia es la propia jefatura del Estado actual, representada en la figura de Juan Carlos de Borbón y Borbón. Desde que fue designado sucesor de Franco, ocupó de forma interina en alguna ocasión la jefatura del Estado en momento que el criminal dictador no podía hacerlo. Y desde su proclamación como sucesor el objetivo del actual Rey de España era el poder.

Franco murió el 20 de noviembre. Juan Carlos fue designado Rey de España el 22 de noviembre. Una instauración de la monarquía (hasta ese momento el Estado español se definía como monárquico, pero no tenía efectivo), una nueva Restauración de una casa real que había sido expulsada de España en dos ocasiones (en 1868 y en 1931) Volvía al poder tras el golpe de Estado de julio de 1936, que de forma fraudulenta echaba abajo la Segunda República española. Un golpe de Estado con apoyo efectivo y eficiente de los monárquicos de Alfonso XIII, abuelo de Juan Carlos. Juan Carlos se educó en España, por acuerdo entre Franco y Juan de Borbón, padre de Juan Carlos. Bebió de los llamados “principios del movimiento” y se movió como pez en el agua de dicho proceso. Hasta que en 1969 es designado por Franco sucesor oficial cuando Franco deje de ser Jefe de Estado. Cosa que se producirá de forma definitiva cuando el dictador muera el 20 de noviembre de 1975.

Desde ese momento Juan Carlos dirige los designios de la nación. Y es cuando comienza toda la mitología alrededor de su papel en ese llamado proceso de “transición”. Hay muchas preguntas en el aire. ¿Por qué el Rey no designa rápidamente un gobierno de cambio, sino que confía en la persona de Carlos Arias Navarro (carnicerito de Málaga) para el gobierno post Franco? ¿Por qué el Rey nunca pidió perdón por los crímenes del franquismo y condenó dicho régimen? ¿Cuál es el papel real del Rey en el golpe del 23 de febrero de 1981? Las respuestas pueden ser de lo más variopintas.

La muerte de Franco no significó el fin del franquismo. De hecho hoy todavía tenemos que soportar un franquismo sociológico y rancio. Formas políticas herederas de ese pasado de oprobio y represión. Y para colmo, la cabeza del Estado sigue siendo la designada por el dictador. Y a ello se une el no reconocimiento de los crímenes del franquismo, el mantenimiento de calles y plazas con los nombres de los criminales de la dictadura, etc.

Podríamos extendernos en una crítica a todo lo generado tras la muerte de Franco y como logran mantener unas estructuras caducas. La burguesía y los poderes fácticos de España no podían soportar un proceso de ruptura como el de 1931. No podían tolerar que se volviesen a desarrollar los movimientos obreros. Había que anular cualquier conato, por una parte de republicanismo que pudiese poner en duda el proceso iniciado, así como castrar cualquier opción transformadora de la sociedad. Así puestas la cosas los sectores menos casposos del franquismo se refundan en partidos como la UCD (plagada de franquistas) o en AP (luego PP). El PSOE aparta a su directiva del exilio de Rodolfo Llopis, para iniciar un proceso de acercamiento a sectores franquistas en proceso de “transformación” (léase UCD de Suárez) El PCE se vende por una mísera legalización y entra formar de un juego político del que tenía la batalla política perdida de antemano. A los republicanos les vetan en las primeras elecciones de 1977. No existe ninguna candidatura republicana. Y a la CNT, el movimiento obrero mas genuino de la historia de los trabajadores en España, se les machaca con una descarada guerra sucia (Caso Scala de 1978) y el montaje de una escisión patrocinadas desde el Estado que revientan las estructuras confederales.

La jugada no podría haber salido mejor. Juan Carlos continuó con toda la tranquilidad. El heredero de Franco siguió adelante y en esta ocasión con garantías. Los franquistas se enseñorean y se permiten incluso darte lecciones de ética política. Y cuidado, no insultes a Franco delante de la figura de Juan Carlos de Borbón. No consiente ningún insulto para aquel que le ha dado todo. Faltaría más. No escupas el plato que te dio de comer.

Leyes franquistas siguen vigentes. Los juicios sumarísimos del franquismos siguen adelante y la “culpabilidad” de los que lucharon por la libertad sigue siendo ley. Hay impunidad para el franquismo y sus adláteres. Y se permiten oprobios e insultos contra las víctimas de la dictadura.

Las pervivencias del franquismo son evidentes. Enrique González Duro lo muestra muy bien en su libro La sombra del franquismo en España que ya comentamos en esta bitácora (http://fraternidaduniversal.blogspot.com/2008/10/la-sombra-del-franquismo-en-espaa.html)

Se celebrará por todo lo alto la designación de Juan Carlos de Borbón. Y llegará la navidad y ns dará su pertinente discursito del 24 de diciembre por la noche. Pero cuando haga todo eso no hay que olvidar que el que está dando el discursito no es mas que un sucesor de un dictador criminal, que no ha condenado la dictadura franquista y sus crímenes. Mas carcoma para nuestra sociedad.

3 comentarios:

Canichu, el espía del bar dijo...

Hombre no fue en 1936, aunque colaboraron activamente, fue a partir de 1947/1948

Mauricio dijo...

Los monarquicos alfonsinos participan del golpe del 1936 y lo apoyan, alistandose en las tropas sublevadas. Lo mismo que los carlistas.

Canichu, el espía del bar dijo...

Ya, pero el artículo hace pensar que te referías a la legitimidad por ley escrita de la monarquía.