jueves, 24 de marzo de 2011

La represión contra la Comuna. La Semana Sangrienta



Tras las jornadas de la Comuna de París, iniciada el 18 de marzo de 1871, las tropas de Versalles, a cuya cabeza de encontraba Adolphe Thiers, inició una campaña de ataques contra París y su pueblo revolucionario. La idea de Thiers era clara: acabar con todo lo relacionado con la Comuna, el movimiento socialista y la Internacional. Algo que aplaudieron el resto de gobiernos europeos. A pesar de la resistencia, la represión fue cruel.

El gobierno de Louis Adolphe Thiers desde Versalles no se conformó únicamente con desmontar la Comuna. El hecho de haberse visto obligado a huir a Versalles era algo que debían de pagar caro los revolucionarios parisinos.
Muchos prisioneros fueron ejecutados de forma indiscriminada a medida que las tropas versallescas iban dominando París. Una represión de la que no se libró ni mujeres ni niños. En los últimos días de la defensa de la Comuna fueron cayendo sus más significados representantes. Dombrowski, Rigault, Delescluze, etc., murieron en los combates.

Pero a partir del 28 de mayo de 1871, cuando la Comuna ha sido completamente dominada por las fuerzas de Versalles comenzó una cruel represión. Personajes como el general Gaston Alexandre Auguste de Galliffet, se distinguieron por una crueldad infinita. Un corresponsal del Daily News vio como realizó fusilamientos selectivos. Por ejemplo, en una columna de prisioneros hizo sacar a los que tenían canas y acusarlos de forma inmediata de haber participado también en las revoluciones de 1848 ordenando su ejecución inmediata. Varlin, uno de los mas destacados militantes de la AIT francesa, fue agredido por los burgueses, dejándolo en un estado tan lamentable que lo fusilaron sentado. Trocadero, los Campos Eliseos, Montparnasse, Montmartre, etc., se llenaron de sangre de los comuneros.

Las delaciones se sucedieron y las cárceles se llenaron de presos políticos. Comenzó una serie de Consejos de Guerra, con las sentencias tomadas de antemano, que llevaron al paredón a multitud de personajes. Por ejemplo al condottiero Rossel, que había abandonado el ejército y se había unido a la Comuna. Blanqui, que no había participado de los acontecimientos por encontrarse preso en Versalles, fue condenado a cadena perpetua.

La famosa Semana Sangrienta posterior a la entrada de las tropas versallescas en París, se cobró la vida de más de 30000 revolucionario (otras fuentes hablan de hasta 50000). No contentos con este baño de sangre los Consejos de Guerra señalaron 13450 sentencias, entre las cuales se encontraban 157 mujeres y 80 niños. Las fotos de la represión de la Comuna son estremecedoras.

Pero la represión ideológica y psicológica sobre lo que significó la Comuna se extendió mucho en el tiempo. Los Consejos de Guerra se extendieron hasta 1874. No solo espero la muerte y la cárcel a estos revolucionarios. Gran número de ellos sufrieron penas de deportación a las lejanas tierras de Nueva Caledonia y Guayana. Este decreto se aprobó el 13 de marzo de 1872, poniéndose en práctica al mes siguiente. Se calcula en unos 7000 los deportados. Entre las deportadas se encontraba Louise Michel. Igualmente el 14 de marzo de 1872 que prohibía a los franceses pertenecer a organizaciones revolucionarias internacionales. Quedó completamente prohibido cualquier comentario sobre la misma y Thiers se encargó, en una campaña de propaganda, de mostrar a los revolucionarios como asesinos y gente sin piedad.

Habría que esperar a 1889 para que una amnistía general liberara a los cientos de presos de la Comuna que aun estaban en las cárceles, presidios y deportación.

Hoy a todos los ejecutados de la Comuna les recuerda una placa en el cementerio parisino de Père-Lachaise.


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