domingo, 4 de noviembre de 2012

SALUD CANUTO. QUE LA TIERRA TE SEA LEVE

Este es el obituario que escribí para el compañero Canuto Pedro Marcos Centenera, militante histórico de la CNT de Guadalajara fallecido el pasado 9 de octubre. Está publicado en el último número del periódico CNT.

El pasado 9 de octubre nos dejaba nuestro compañero Canuto Pedro Marcos Centenera, histórico militante de la CNT de Guadalajara. Ya en noviembre de 2009 le dediqué un artículo en las páginas de nuestro periódico. Ahora vuelvo sobre él, cuando con 93 años nos ha dejado definitivamente.
            Ya llevaba un tiempo achacoso. Las piernas dejaron de responderle. Pero sin embargo no había perdido ni el empuje ni las ganas de luchar por un mundo mejor y más justo. Cuando podía, nos acompañaban a las manifestaciones del Primero de Mayo, a las de la defensa de la sanidad y la educación pública, contra la reforma laboral, etc. No había perdido en tantos años su conciencia de clase.
            Y así fue. Como se suele decir, “genio y figura hasta la sepultura”. Porque Canuto (a él le gustaba que le llamaran Canuto) pasó sus últimos días en el Hospital de Guadalajara. Y allí presidía su cama un cartel en defensa de la Sanidad Pública. Esa que tanto ha costado conseguir y que tan fácil nos quieren arrebatar. Y para un anarquista, que nos arrebaten nuestros derechos no es plato de buen gusto. Por eso se lucha.
            Nos temíamos lo peor cuando unos días antes su sobrino vino a la sede del sindicato a pedir una bandera de la CNT. Porque Canuto lo tenía dicho. Cuando él muriera la bandera de la CNT tenía que estar presente. Y también que no faltara la música. Por eso también se le pasó los himnos revolucionarios de nuestra organización. A pesar de todo tuvo una leve mejoría. Las suficientes fuerzas como para escribir, por última vez, al sindicato. No se olvidaba de su sindicato. De su organización obrera.
            Sin embargo, el 9 de octubre a las 3:00 de la mañana no pudo aguantar más. Canuto nos dejaba definitivamente. A partir de ese momento familiares y compañeros de la organización rendimos un tributo a Canuto. La bandera de la CNT estuvo es su féretro (también la republicana, bajo la que había combatido durante la Guerra Civil, como soldado y como tanquista). Y en su entierro se hizo lo que él quería. Fueron los libertarios y sus familiares quienes le portaron en hombros hasta su último refugio. Allí le esperaba su hermano Emiliano, fusilado por el fascismo el 9 de marzo de 1940. “Me he comprado un piso al lado del de mi hermano” decía en sus últimos momentos. Y es que su hermano Emiliano fue quien más influjo tuvo sobre su persona. Su anarquismo viene de ahí. Emiliano fue uno de los organizadores de la CNT en Guadalajara durante la República. Su militancia fue muy destacada. Su muerte muy sentida por Canuto. Recordaba Canuto como el cura y los falangistas de Guadalajara reían cuando fusilaron a Emialiano. Como vejaron su memoria y la vida del propio Canuto, que más de una vez tuvo que dormir fuera de casa por amenaza de los criminales falangistas.
            Y allí, en la fosa donde reposan los restos de centenares de combatientes por la libertad en España. Allí junto a su hermano Emiliano, rendimos a Canuto un último homenaje. Con la bandera se le descendió. Esa bandera que se regaló a su compañera de toda la vida y a sus hijos. Allí la CNT dirigió unas palabras para Canuto. Un recuerdo de su vida. Un recuerdo de su existencia. Un legado para el anarcosindicalismo. Él decía que en su muerte había que cantar. Y así lo hicimos. “¡A las barricadas! ¡A las barricadas! Por el triunfo de la Confederación.” Nuestro himno. El himno de los trabajadores de todo el mundo. El himno de Canuto Pedro Marcos Centenera.
            Desde que le conocí hace ya años y hasta cerca de su muerte, Canuto se definía como un anarquista. “Seré anarquista toda mi vida” nos decía. Y nosotros contigo, compañero. Hoy más que nunca.

Julián Vadillo Muñoz

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