jueves, 20 de junio de 2013

Un paseo por el Alcalá obrero

Visitar Alcalá de Henares no es solo su parte monumental patrimonio de la humanidad. Su historia es mucho más profunda. Y su clase obrera merece un lugar de respeto en la misma. Este paseo que se realizó por primera vez en julio de 2006 quiere reivindicar esa historia.
Reproduzco aquí el artículo que aparició sobre el mismo en tres entregas en el Diario de Alcalá en julio de 2007.
Pd: Este texto es solo una parte. La explicación del mismo durante el paseo es mucho más detallada.

UNA CIUDAD OCULTADA. UN PASEO POR LA ALCALÁ OBRERA

Julián Vadillo Muñoz

Introducción

La rica historia de la ciudad complutense da para bastantes temas a tratar. Cualquier época en la que nos centremos o tengamos nuestras investigaciones da pie para que Alcalá se convierta en un centro a tener en cuenta.
Pero no toda la ciudad ha sido recuperada. Hay que notar el gran esfuerzo que se ha realizado para que partes importantes de nuestra ciudad recuperen el esplendor que tuvieron en otro tiempo, merced al gran reclamo turístico que tiene Alcalá de Henares.
Pero si enumeramos todos los centros rehabilitados, comprobamos cómo otros han sido olvidados. Hay rincones ocultos en la antigua Complutum a los que merece la pena dar un repaso.
Uno de esos recorridos que hoy es prácticamente desconocido para la ciudadanía alcalaína es su historia obrera. Y esa historia tiene unos centros que durante un tiempo representaron para la ciudad un punto más en el avance progresivo, aunque hoy hayan quedado relegados. Numerosas reconstrucciones de calles, rehabilitaciones y reconstrucciones de edificios hecho desaparecer alguno de estos centros. Pero ello no es óbice para no poder recorrer una Alcalá tan diferente como escondida. En apenas hora y media podemos conocer un itinerario de centros de la Alcalá obrera y revolucionaria, que también forma parte de nuestra ciudad Patrimonio de la Humanidad. Partiendo de la Puerta de Madrid y terminando en la intersección entre el Paseo de la Estación y la calle Ferraz.

Visita turística a la Alcalá obrera

El itinerario marcado no es el único, pero es el mas fácil de seguir y aglutina en su recorrido numerosos centros y lugares de enorme importancia para la reconstrucción de la historia obrera de Alcalá y de sus organizaciones más representativas.
Nuestro recorrido empezaría desde la Puerta de Madrid. Hay dos razones para elegir este punto. El primero práctico, pues desde él podemos afrontar con mayor facilidad un recorrido por todo el casco histórico de la ciudad, que es donde se sitúan la mayoría de los lugares que vamos a visitar. Por otro porque ya allí nos encontramos con vestigios del itinerario y la temática que vamos a tratar en esta peculiar visita turística. La plaza y la Puerta de Madrid han variado su estructura con el tiempo. Antaño los carros y coches pasaban por debajo del arco y por donde hoy hay carretera estaba cerrado por una pequeña caseta. Esa caseta es ya uno de los puntos a centrarse. En ella la colectividad agrícola “Isabelo Romero”, perteneciente a la CNT-AIT durante la Guerra Civil, guardaba sus aperos de labranza. Las colectividades fueron un modelo económico que los anarquistas impulsaron durante el periodo bélico y que venía a materializar el acuerdo al que habían llegado en mayo de 1936, cuando celebraron su Congreso confederal en la ciudad de Zaragoza, con la famosa ponencia sobre el comunismo libertario1. El nombre de la colectividad hacia referencia al famoso anarquista madrileño Isabelo Romero, que murió por causas naturales durante el período bélico en la capital de España2.
Igualmente la Puerta de Madrid es importante por unas imágenes en las que se muestra a milicianos defendiendo la ciudad el día en el que se produce el alzamiento militar en Alcalá complutense. Bajo la figura de esos milicianos con escopetas aparece una pintada con las siglas FAI (Federación Anarquista Ibérica), la organización especifica del anarquismo fundada en Valencia en 1927. El alzamiento en Alcalá fue promovido por la oficialidad, pues el teniente coronel de Zapadores-Minadores Mariano Monterde y el teniente coronel del Batallón de Infantería Ciclista, Gumersindo de Azcárate, fueron leales a la Republica. Monterde muere asesinado y Azcárate es herido. La importancia de la Puerta de Madrid es que bajo su arco pasan las fuerzas de las columnas que ayudan a desbaratar el golpe en Alcalá y prosiguen camino de Guadalajara. Nos referimos a las tropas del militar republicano Ildefonso Puigdéngola y a las unidades del anarquista Cipriano Mera.
Siguiendo nuestro recorrido pasemos por la calle Cardenal Cisneros. Allí nos encontramos a la espalda del antiguo Hospital Militar, hoy facultad de Económicas, que durante la Guerra Civil española atendió a los heridos en campaña. Siguiendo un poco más adelante, y casi en la entrada de la plaza de los Santos Niños, en el número 5 de la calle, está la casa donde se fundó la Asociación de Obreros de todos los Oficios el 28 de agosto de 19023. Esta Asociación fue el primer intento de la clase obrera alcalaína de aglutinarse en una asociación, desde que en 1870 Paul Larfague impulsara en la ciudad complutense (sin conocerse hoy si llegó a estar en Alcalá el yerno de Marx) , bajo el seudónimo de Pablo Farga, una sección de la AIT con el fin de poder asistir como miembro de la misma al Congreso de Zaragoza de 1872, donde se produjo el gran debate entre socialistas autoritarios o marxistas y socialistas antiautoritarios o bakuninista. La Asociación tiene una peculiaridades que la hace enmarcarse dentro de la línea típicamente socialista, que eran por entonces la mayoritaria dentro de la ciudad en disputa con los republicanos y los anarquistas. Las características básicas son:
  1. Aunque no se declaraba como adherida a la UGT, lo cierto es que esta asociación tipifica en su artículo 41 que en caso de disolución todos sus bienes irán a parar a la Unión General de Trabajadores de España. Igualmente esta fundada por los máximos dirigentes del socialismo alcalaíno del momento: Antonio Fernández Quer, Jerónimo Fernández y Antonio Cao del Río.
  2. Tiene sus raíces ideológicas enraizadas con los acuerdos emanadas del congreso fundacional de la II Internacional en París, donde se acordó que las sociedades obreras de carácter marxista no acogerían en su seno a las corrientes anarquistas por considerarlas antiorganización. Y así lo deja tipificado en el reglamento en el artículo 2.
  3. Aunque no se declara socialista y dice no corresponder como correa de trasmisión sindical con ningún partido político, lo cierto es que apoyará a las candidaturas que sean puramente obreras. Y en Alcalá a la altura de 1902 no hay una disputa entre las candidaturas obreras de los republicanos y la de los socialistas. Estos últimos forman la Agrupación Socialista de Alcalá de Henares en octubre de 19034

Pasada la plaza de los Santos Niños, avanzando un poco hacia su derecha, nos encontramos con la plaza de Santa María la Rica. Varias son las cuestiones que destacar en esta plaza y en los edificios que la componen. Numerosos actos de las sociedades obreras alcalaínas se han desarrollado en el edificio que se utilizó como salón de actos. También es el distrito de Santa María la Rica por donde obtiene el acta de concejal Antonio Fernández Quer en 1903. Hay que destacar que los socialistas alcalaínos presentaron al mismo candidato por dos distritos y que obtuvieron el número de votos suficientes como para haber tenido dos concejales. Por último destacar que en Santa María la Rica también existió durante la dictadura de Franco una prisión preventiva, donde numerosos miembros de organizaciones sindicales y políticas alcalaínas pasaron algún tiempo.
Volviendo sobre nuestros pasos llegamos a la calle Escritorios. En el número 4 fue fundada por un profesor alcalaíno llamado Francisco Pardinas la escuela “El Porvenir de la Infancia”. Entraríamos en un tema que no es estrictamente obrero pero por el cual el movimiento obrero se preocupó a lo largo de su existencia, como fue la formación de la clase obrera. La escuela de Pardinas, que fue un militante de las organizaciones socialistas alcalaínas, respondía al concepto educativo que desde 1876 venía desarrollando en España la Institución Libre de Enseñanza (ILE) fundada por Francisco Giner de los Ríos e inspirada por los principios del krausismo introducido en una etapa anterior por Julián Sanz del Río. “El Porvenir de la Infancia” introdujo un modelo distinto de educación que fue criticado por los sectores conservadores de la ciudad al considerar la escuela de Pardinas como un centro laico. El Amigo del Pueblo la calificó como “Escuela sin Dios”5. La escuela de Pardinas tuvo una longeva duración y solo la Guerra Civil puso fin a dicha experiencia. Finalizada la contienda, y como ocurrió con todo el magisterio en España, Pardinas fue investigado y apartado del magisterio, aunque las nuevas autoridades franquistas respetaron su vida a pesar de sus convicciones socialistas. En esta misma calle, en el número 4, se encontraba ubicada la Casa del Pueblo de Alcalá de Henares. Allí estuvo durante toda la II República, entonces se conocía como calle Pablo Iglesias y aglutinaba las actuales calles de Escritorios y Colegios. La Casa del Pueblo fue creada en Alcalá de Henares probablemente en 1911 y allí Manuel Azaña pronunció su famosa conferencia titulada “El problema español”. La importancia de este centro del obrero alcalaíno no radica solo en que se desarrollaran las actividades del Partido Socialista y de la UGT, sino en que también se impartieron clases de alfabetización y de artes y oficios a los trabajadores complutenses. También desde la Casa del Pueblo se editó el primer periódico de carácter obrerista que ha tenido la ciudad, El Proletario. También entre sus paredes se desarrollaron los primeros movimientos de carácter feminista desde el socialismo, teniendo a Visitación García como máximo exponente de esta corriente de pensamiento.

Nuestro paseo continua avanzando hasta la plaza de los Irlandeses y cruzándola. Llegados a la calle Mayor, tomamos la entrada de la calle de la Imagen, donde realizamos la siguiente parada. Allí está ubicada la casa natal de Manuel Azaña Díaz (1880-1940). La importancia de Manuel Azaña no es tanto la vinculación que el personaje tuvo a la ciudad complutense (que no fue mucha) sino la trascendencia que su figura tuvo en la historia de España. La familia Azaña hundía sus raíces en la ciudad alcalaína, y tanto su abuelo Gregorio como su padre Esteban fueron figuras punteras en la sociedad, la política y la cultura de Alcalá. Sus mandatos como alcaldes tiene una fuerte convicción alcalainista, y a Esteban Azaña le debemos una de las obras más importantes sobre la historia de nuestra ciudad, la conocida Historia de Alcalá de Henares6. Manuel Azaña sí empezó teniendo una importancia en la cultura complutense. Estuvo vinculado con el periódico cultural Brisas del Henares junto al que será su gran amigo José María Vicario. Años después fundó junto el socialista Fernández Quer el periódico La Avispa, que en plan sarcástico, tenia el siguiente subtitulo curioso: “Yo soy avispa sincera, que a todos distinguiré. Al bueno le haré justicia y al malo le picaré”. Pero pronto Azaña comenzó a salir de Alcalá y conoció los más diversos lugares de España y Europa. Se vinculó primero al Partido Reformista de Melquíades Álvarez, posteriormente fundó Acción Republicana, y en el período de la II República procedió a la unificación de su partido con otras formaciones similares, dando lugar a Izquierda Republicana. Su vinculación con Alcalá no fue fluida, pero ello no es óbice para que no se le considere un personaje de gran trascendencia que nació en nuestra ciudad7. Son inolvidables las descripciones que hace de su infancia en Alcalá en algunas de sus obras como “El jardín de los frailes”.
Saliendo de la calle de la Imagen y subiendo la calle Santiago, a un poco más de la mitad de la misma, nos encontramos con el Teatro Salón Cervantes. La importancia del mismo para el movimiento obrero alcalaíno proviene de los múltiples actos que dentro de sus paredes se celebraron. Desde inicios del siglo XX los socialistas realizaron numerosos mítines y actos en el Teatro Salón Cervantes, al igual que veladas de los republicanos. Allí, durante el período republicano, un profesor de la ciudad, Fernando G. Montilla, de ideología republicana, desarrolló sesiones de cine donde se proyectaron películas como Eskimo8, dirigida en 1933 por W.S. Van Dyke, resultando muy estimadas por los anarquistas por el modo de vida natural. Como último dato, en mayo de 1937 la CNT organiza en el Teatro Salón Cervantes un espectáculo de varietés en beneficio de las Escuelas Racionalistas de la ciudad. En ella actúa una cantante y bailarina de trascendencia nacional e internacional, la Fornarina9.
Siguiendo la calle Santiago, en el número 34, fue fundado el Ateneo Obrero Complutense. Este centro estaba inspirado en otro Ateneo que surgió en el ultimo tercio del siglo XIX e impulsado por el republicano Eduardo Pascual y Cuéllar, que había nacido a imagen y semejanza del Ateneo Científico, Literario y Artístico de Madrid. Pero el Ateneo Obrero Complutense, si bien sigue ese talante intelectual, también surge como un centro para poder enseñar e instruir a la clase obrera alcalaína. Impulsado por los republicanos y puede que apoyados por los anarquistas, el Ateneo Obrero realizó una labor de enseñanza en las artes a los hijos de los trabajadores. De destacar fueron sus clases de dibujo, que cubrían en parte las carencias que la educación daba a los hijos de los trabajadores. Aunque nunca se proclamó de ninguna ideología, el Ateneo Obrero fue acusado constantemente de republicano y sus juntas directivas siempre estuvieron engrosadas por notorios republicanos de la ciudad. Como éstos nunca aglutinaron una candidatura en conjunto, el impulso de sociedades culturales y de instrucción fue una salida importante para los miembros de estas ideas.
Atravesando una pequeña plaza que conecta la calle Santiago con la calle Mayor (Corral de la Compaña), y justamente a la derecha de esta última, nos encontramos con el número 8 de dicha calle. Allí, durante el período de la Guerra Civil estuvo ubicada la sede de la agrupación local de la Federación Ibérica de Juventudes Libertarias (FIJL)10, la asociación juvenil del anarquismo surgida en 1932. En Alcalá esta organización surgió durante los años bélicos y se dedico exclusivamente a los aspectos culturales y educativos en la ciudad.
Finalizada la calle Mayor nos encontramos con la plaza Cervantes, antiguamente conocida también como Plaza Mayor. Y muchos son los datos que podemos ofrecer para un paseo por el Alcalá obrero de esta céntrica plaza complutense, cuyo testigo de excepción desde que se ubicó allí ha sido el monumento a Miguel de Cervantes Saavedra, el alcalaíno más universal. Bajo esta bonita plaza se encuentran dos refugios antiaéreos que comunican directamente con la casa consistorial. En ellos la población se podía salvaguardar de los duros bombardeos a los que fue sometida la ciudad de Alcalá durante la Guerra Civil. En esta plaza, en el número 34, se fundó la Unión Ciclista Alcalaína (UCA), y en el mismo número meses después quedaba también registrado el Sindicato de Oficios Varios de la CNT. Como se produjo en otros sitios, bajos diversas formulas los anarquistas intentaban la creación de sus sociedades. Puede que en Alcalá utilizaran un club ciclista, deporte por el que muchos se podían sentir atraídos, para poder desarrollar sus actividades. Lo cierto es que en el mismo número quedaron registradas ambas sociedades, aunque la CNT ubicó su local en otra calle de la ciudad que forma también parte de nuestro recorrido. Siguiendo con la plaza de Cervantes, son famosas las fotos que se tomaron durante la Guerra Civil en las que se veía al entonces presidente del gobierno Juan Negrín, al presidente de la República Manuel Azaña, al jefe de los ejércitos del Centro José Miaja y al jefe de la 46 División, establecida en Alcalá de Henares, Valentín González “El Campesino”. Se ve toda la plaza de Cervantes engalanada y al fondo un cartel de defensa de la República y de las JSU (Juventudes Socialistas Unificadas), que existían en Alcalá de Henares desde la unificación antes de la Guerra, entre las Juventudes Socialistas y las Juventudes Comunistas. En esta céntrica plaza también se encuentra el Ayuntamiento, que fue testigo de cómo se sentó en sus sillones consistoriales el primer candidato obrero de toda la provincia de Madrid en 1903, Antonio Fernández Quer. Desde entonces los socialistas tuvieron representación, alcanzando el mayor número de concejales con la conjunción republicano-socialista en las elecciones municipales que dieron paso a la proclamación de la Republica en 1931. Durante la Guerra Civil, y cuando en 1937 quedaron reformados los ayuntamientos pasando a ser Consejos Municipales, también tuvieron representación anarquistas y comunistas alcalaínos. El Circulo del Contribuyente es otro bonito edificio situado en la plaza. Fundado en 1891 defendió desde sus orígenes los intereses de los contribuyentes y los comerciantes de la ciudad. Desde su tribuna se defendió también al obrero, pero desde otra perspectiva como fue el asistencialismo, movimiento del que no nos hemos ocupado en este paseo obrero, pero que no es menos importante para la ciudad. Allí también estuvo ubicada la bonita iglesia de Santa María, que la fatalidad de la Guerra quiso que desapareciera pasto de las llamas. Muchas son las teorías que hay en torno al incendio de Santa María y la pérdida de su rico patrimonio. Los cierto es que tras la Guerra se acusó a un maestro socialista, Ángel García, de haber sido el instigador de la quema, pretexto con el que fue fusilado. Otros testimonios aseguran que fueron unos indeseables, poco después de comenzar la Guerra Civil, que se dedicaban a las raterías y que no se les quería en ninguna organización complutense11.
Dejamos ya la plaza de Cervantes y subimos la calle Colegios. Ya habíamos apuntando mas arriba que durante el periodo republicano la calle Escritorios y Colegios se unificaron en una. Si alguna importancia tiene esta actual calle, dejando a un lado la reseñada mas arriba, fue que allí estuvo ubicada la cárcel de Alcalá, por donde ha pasado durante la dictadura franquista comités y militantes de todas las organizaciones derrotadas durante la contienda civil. Esos muros fueron testigos de consejos de guerra sumarísimos, que llevó a la muerte a cientos de militantes de izquierdas.
Callejeando entre la actual Hostería del Estudiante y los antiguos cuarteles hoy cedidos a la Universidad de Alcalá por el Ministerio de Defensa, llegamos a la plaza de San Diego, donde se encuentra ubicada la Universidad Cisneriana con su bonita portada, centro de cultura alcalaína, donde se desarrolló durante un tiempo la más avanzada enseñanza, muy vinculada al erasmismo. Una de las calles que conectan esta plaza de San Diego con la calle Libreros, es la calle Bedel. En su número 3 desarrolló sus actividades la Confederación Nacional del Trabajo. Aunque quedó inscrita en la Plaza Mayor 22, las actividades de la central anarcosindicalista quedaron establecidas en esta pequeña calle alcalaína. La fundación de la CNT en Alcalá responde más bien a la llegada de trabajadores de otros puntos de España, pues los núcleos anarquistas alcalaínos siempre fueron muy poco visibles. La fuerza en este primer momento la tiene esta organización en el sector de la construcción, pues la huelga que se declara en la construcción del Manicomio en 1933 está desarrollada por miembros de la CNT. A partir de 1934 llegaron a acuerdos con los socialistas de la UGT, que cristalizan en dos pactos. Uno en 1934 y otro en el Comité de Huelga que surge a raíz del conflicto de la construcción de Madrid en los días previos a la Guerra Civil. Aunque tuvo fuerza en otros sectores, el desarrollo en agricultura y enseñanza se produce ya durante el conflicto bélico, donde la organización tiene un notable crecimiento.
Caminando por la calle Libreros, en el numero 31 tuvo su sede durante la Guerra Civil el poderoso Sindicato Comarcal de la Enseñanza de la CNT. Allí también desarrollaban la actividad otros sindicatos de la CNT como el de Transportes o la propia Federación Comarcal de dicho sindicato (abarcaba esta Federación los mismos pueblos que el partido judicial de Alcalá). En un principio en este número también estuvo ubicada la Federación Anarquista Ibérica (FAI), que luego cambió su domicilio a otra calle, que también forma parte de nuestro recorrido. La calle Libreros también es de importancia pues en ella se supone que estuvo ubicada una de las checas que se establecieron en Alcalá. Pero son varias las mitologías y lugares comunes que el franquismo estableció alrededor de las llamadas "checas". En Alcalá existió una prisión del Frente Popular establecida en el oratorio de San Felipe de Neri. Y la supuesta "checa" ubicada en el sótano de Hidalgo de Cisneros no existió nunca. Solo el chalet del diputado derechista Rafael Esparza (asesinado en Madrid en agosto de 1936) tuvo una finalidad policial. Y destacar también aquí la importancia de Melchor Rodríguez, "El Ángel Rojo" para evitar la toma de la cárcel Gálera de Alcalá de Henares tras un duro bombardeo en la ciudad. Melchor Rodríguez era el anarquista Director General de Prisiones que frenó las ejecuciones en el Madrid de la Guerra. Se mantuvo en su cargo hasta marzo de 1937 y luego colaboró con las instituciones en Madrid, siendo el último Alcalde de la ciudad a la llegada de las tropas sublevadas franquistas el 28 de marzo de 1939.
Nuestro recorrido está llegando a su punto final. Subimos toda la calle Libreros, cruzando la facultad de Derecho, antaño propiedad de los jesuitas y antiguo Cuartel de Mendigorría. Cruzamos la Vía Complutense para encaminarnos por la avenida de la Estación hasta llegar a la intersección entre esta calle y la de Ferraz. Allí están los dos últimos centros a los que nos referiremos. En el número 1 y 3 de la calle Ferraz tuvieron su ubicación la Escuela Racionalista, impulsada por los anarquistas alcalaínos, y la sede definitiva de la Federación Anarquista Ibérica. La Escuela Racionalista, por el peligro que sufría en los bombardeos, se trasladó de sede a otra más segura de la propia avenida de la Estación. Esta escuela respondía en parte a los criterios pedagógicos que había legado Francisco Ferrer Guardia, pedagogo fusilado tras la Semana Trágica de Barcelona de 1909. La Federación Anarquista Ibérica era la organización específica del anarquismo, y comenzó a desarrollar sus actividades en Alcalá durante el período bélico.
Aquí acaba el recorrido propuesto, sabiendo que nos dejamos algunos lugares en el camino. Por ejemplo que en la plaza de la Victoria se fundo el Radio Comunista (PCE) en mayo de 1936 por Eugenio Cumplido. También todos los centros colectivizados tanto en conjunto por la UGT y la CNT como por ambas organizaciones en solitario. Muchas de estas colectivizaciones están fuera de la ciudad, y otras quedan apartadas del recorrido propuesto. O la plaza de Atilano Casado, en cuya casa de este antiguo diputado a Cortes conservador complutense se estableció el cuartel general de la 46 División de El Campesino. Y algún que otro ejemplo más.

Con este recorrido queremos plantear una nueva ruta de visita a nuestra ciudad Patrimonio de la Humanidad. Una Alcalá bastante oculta, pero no por ello menos importante, y que también ha formado parte de su gran historia.

1 Congresos anarcosindicalistas en España, 1870-1936. Ediciones CNT, Toulouse: 1977
2 Isabelo Romero fue el secretario general del Comité Regional del Centro de la CNT. Para saber más de él ver Gallego, Gregorio: Madrid, corazón que se desangra. Libertarias, Madrid: 2006.
3 Reglamento de la Asociación de Obreros de todos los Oficios de Alcalá de Henares. Imprenta de Julián Lobo: 1902. Archivo Municipal de Alcalá de Henares (AMAH). Leg. 92/5
4 El Socialista, número 920, 23 de octubre de 1903. En los lugares donde los socialistas no formaban, por cualquier circunstancias, agrupaciones socialistas, se presentaban a las elecciones bajo la formula de Candidatura Obrera, impulsada desde la UGT o sus similares.
5 El Amigo del Pueblo, número 177, 31 de octubre de 1908
6 Azaña Catarineu, Esteban: Historia de Alcalá de Henares. Universidad de Alcalá de Henares, Alcalá de Henares: 1986 (edición facsímil)
7 Es el mismo caso que podemos establecer con el socialista Andrés Saborit, alcalaíno de nacimiento y personaje de gran trascendencia nacional. Ver Brihuega Moreno, Urbano: Andrés Saborit. Un alcalaíno en la historia española del siglo XX. Ayuntamiento de Alcalá de Henares, Alcalá de Henares: s/a
8 Entrevista con Fernando Nacarino Moreno. 17 de enero de 2005.
9 AMAH. Leg. 1356/1
10 AMAH. Leg. 1408/2
11 Entrevista con Fernando Nacarino Moreno. 17 de enero de 2005
12 Tiene unas interesantes memorias tituladas Cambio de Rumbo (Laia, Barcelona, 1977) Otras fuentes sitúan esta checa en el chalet del diputado de la CEDA Rafael Esparza, asesinado el 22 de agosto de 1936 en la cárcel Modelo de Madrid. Parece ser que el chalet de Hidalgo de Cisneros no tenía sótano y sí lo tenía el de Esparza.
13 Gallego, Gregorio: Madrid, corazón que se desangra. Memorias de la Guerra Civil. Libertarias, Madrid: 2006. Pág. 316-317

lunes, 17 de junio de 2013

AUTORRETRATO DE UN JOVEN CAPITALISTA ESPAÑOL O LA MENTIRA DE NUESTRA DEMOCRACIA


Sin que sirva de precedente es la segunda crítica de teatro que hago en esta bitácora en lo que va de mes. Y lo digo porque para nada me considero un experto en teatro. Más bien solo un aficionado que le gusta. Aun así aquí valoramos lo que intenta hacernos trasmitir la obra, no su parte estética y puesta en escena.
La obra que aquí comentamos es Autorretrato de un joven capitalista español. Un monólogo del actor Alberto San Juan que realiza en el Teatro Alfil de Madrid (antes lo hizo en la Sala Triángulo). No vamos ahora a descubrir a Alberto San Juan. El integrante del “Animalario” (junto a Guillermo Toledo) ha protagonizado multitud de comedias, alguna serie de Televisión y obras de teatro. Personalmente me parece un buen actor.
Pero con esta obra toca un tema espinoso, de enorme actualidad, que muchos aun no quieren tocar. Y sobre todo porque pone en dedo en la herida del origen de los problemas en España. Porque cuando se habla de “déficit democrático”, de “falta de libertades”, de “casta política”, etc., muchas veces se hace perdiendo de vista la perspectiva histórica, que es donde encontramos la base de nuestros problemas. Craso error ese de dejar la Historia como un objeto de museo. Algo que también está muy en conexión con lo que la obra intenta trasmitir. Cuantas veces no habremos oído eso de “no toquemos el pasado. Hay que mirar al futuro”. Una frase que a la derecha política le encanta (en eso basa su éxito) y que determinada izquierda ha seguido a pies juntillas (no vayamos a descubrir de donde viene sus raíces actuales).
Tengo que reconocer que a mi personalmente la obra no me descubrió nada nuevo. Repasar los años del franquismo, las maniobras políticas por parte de las potencias capitalistas occidentales para frenar el avance de un hipotético cambio revolucionario en España, la actividad de la socialdemocracia europea para controlar los partidos socialistas de Portugal y España, los movimientos de pieza de Franco para dejarlo todo “atado y bien atado”, el papel de la Corona y de Juan Carlos de Borbón para afianzar su poder ilegítimo, el papel de EEUU en todo el proceso, la desarticulación de la izquierda de todas las maneras posibles, etc. Algo que de lo que ya se ha escrito. Pero me parece importante que se haga de esta manera. Este mismo mensaje te lo puede trasmitir un historiador con datos en la mano. Pero si lo hace un actor en un entorno más distendido, incluyendo gotas de humor en su exposición, es evidente que puede llegar a mucha más gente. Aunque no está exento de algún pequeño error histórico, en lineas generales la obra es bastante buena.
La conclusión que se llega tras ver el espectáculo es sencilla: nos la han metido doblada. Nos han engañado. La Transición no fue sino un pacto entre las élites franquistas y una determinada izquierda pactista que anulo cualquier conato de transformación social. Un procedimiento distinto al portugués (al que pone también como ejemplo) pero que tiene el mismo fin. Una estrategia de desmovilización total llevada a cabo por el PSOE y el PCE (aquí distingue entre la dirección y la militancia) tras la muerte de Franco. Y una puntilla con el Golpe de Estado de 1981 que sepulta cualquier posibilidad de transformación. Y lo que es más interesante es la dimensión internacional que se da a todo el asunto. Fundamental para entender lo que pasó.
Solo faltó algo fundamental para tratar el tema de la Transición. La cuestión de la destrucción del movimiento obrero la pasa de puntillas. Intuyo que porque en una solo obra no se puede incluir todo. Pero quizá la haría más cercana este hecho. Bien es cierto que habla de la participación de las cúpulas sindicales en la firma de los Pactos de la Moncloa (CCOO y UGT). Es la base de la pérdida de los derechos laborales y sociales de la clase obrera en España. Sin embargo lo mismo que se aborda como tras Suresnes la dirección del PSOE aparta a la linea histórica para introducir a elementos que pactaran la Transición con los franquistas o como el carrillismo fue el elemento desmovilizador del PCE (y esto es todo un debate difícil de abordar en poco tiempo), no se trata de como aquellas organizaciones sindicales que se opusieron a los Pactos de la Moncloa fueron anuladas de la peor de las maneras. El mejor ejemplo en este aspecto es el de la CNT. Dinamitada entre los servicios de “inteligencia” (esos contra los que tan graciosamente arremete Alberto San Juan) en el Caso Scala y una escisión orquestada por el propio Estado que sirvió para anular al movimiento obrero más importante de la historia de España: el movimiento libertario. Quizá para mejorar el texto de Autorretrato de un joven capitalista español se debería de tocar este aspecto.
Y es que el manto de olvido sobre los que lucharon por la libertad es evidente. Es imposible que un sistema se diga de libertades y democrático cuando tiene en sus cunetas a miles y miles de personas que lucharon por la libertad. O en el peor de casos (como en el caso de la Torca Palomera en el Valle del Sedano) sepultados para toneladas de basura. Una vergüenza para cualquier persona que tenga dos dedos de frente.
De todos modos la obra merece mucho la pena. Si se tiene tiempo estará en el Teatro Alfil hasta final del mes de junio. El ambiente y el entorno en inmejorable. No se pierdan esta parte tan oscura de nuestra Historia de España. Cuestiones así se convierten ya en imprescindibles.

lunes, 10 de junio de 2013

LA DIGNIDAD DE UN ANARQUISTA EN EL TEATRO: MELCHOR RODRÍGUEZ. "La entrega de Madrid"

Artículo aparecido en el último número del periódico CNT sobre la obra de teatro de Rubén Burén "La entrega de Madrid", que narra los últimos días de guerra en la capital de España a través de la figura del anarquista Melchor Rodríguez y de su hija Amapola. La historia de Melchor Rodríguez ha sido denostada por todos. Y es de justicia recuperarla.

Hay que reconocer que cada vez que aparece una nueva película, libro u obra artísticas que trata el anarquismo lo comienzas a mirar con recelo. Muchos son los precedentes en los que el tratamiento del movimiento libertario es pésimo de cara a la opinión pública. Presentarlo como autor de numerosos crímenes, ensalzar la violencia, desfigurar la historia. ¿Las razones? Desconocimiento de la historia, mala intención por cuestiones ideológicas, etc.
Sin embargo ninguno de esos clichés se plasman la obra de Rubén Buren (Madrid, 1974). Y aquí las explicaciones son muy otras. Lo primero porque Rubén cuida el texto, se preocupa por investigar la intrahistoria y la historia que está contando. Lo segundo porque tiene una historia familiar que contar. Una historia familiar que es a la vez desconocida e interesante para la historia. Rubén es bisnieto de Melchor. Y recuperar su figura es una deuda que tenía que con su propia abuela, Amapola, la hija de Melchor, y que para Rubén fue como una madre. “Amapola es mi cordón umbilical con el anarquismo y con Melchor”.
La trayectoria de Rubén ya marcaba un poco la impronta de cómo iba a tratar esta obra (lejos de la propia cuestión familiar). Autor de otras obras teatrales, como Maquis, ha ganado varios premios y tiene en sus papeles y su cabeza muchos más proyectos. Y todo esto con un afán polifacético impresionante (músico, pintor, escritor, profesor, etc.)
Para él la figura de Melchor es una de las más desconocidas y a la vez representativas del anarquismo. Rubén no esconde esa razón familiar para hacer esta obra: “Melchor es una figura que me ha perseguido desde pequeño, desde que mi bisabuela Paca, su mujer, que murió en 1997, me contaba todas las aventuras de antes y después de la guerra”. Sin embargo, La entrega de Madrid no pone a Melchor Rodríguez como eje de la historia. La verdadera protagonista es Amapola, la hija de Melchor. “Amapola era un eje profundo para la vida de Melchor” dice Rubén. Y la razón no es tanto familiar sino de compresión. Para Rubén es mucho fácil que el gran público entienda el anarquismo y la figura de Melchor a través de las acciones de una niña: Si me hubiera centrado solo en la figura de Melchor o Celedonio el público no hubiera entendido las ideas anarquistas, hubiera visto un panfleto”. Porque como afirma Rubén ha hecho una obra para gente que no es anarquistas, para acercar el anarquismo y lo que hizo en un momento determinado de la historia a gente que no está familiarizado con las ideas libertarias. Este es el punto fuerte de la obra. Pero también uno de sus puntos débiles pues muchos personajes, en ocasiones, pueden parecer simplificados en función de las filias o la fobias de Amapola en la obra. Cuestión que para nada empaña la obra. Es una obra que rompe, definitivamente, con el “buenismo” de la Cultura de la Transición, que ha deformado mucho la propia historia.
Y es que históricamente la obra está muy bien tratada. La acción se desarrolla en las últimas semanas de guerra en Madrid, entre la constitución del Consejo Nacional de Defensa de Casado y la entrada de las tropas rebeldes en Madrid, cuando Melchor era Alcalde de la ciudad y hace entrega del Ayuntamiento a los vencedores. Una historia poco conocida. El último alcalde de un Madrid libre que no tiene hoy reconocimiento por parte de nadie.
Como ambienta el momento, la recuperación de personajes como Celedonio Pérez, la situación de ese final de Guerra, el recuerdo de los años del militancia libertaria (fundadores de sindicatos y de grupos anarquistas como Los Libertos, etc.), el freno de la represión del Madrid republicano, etc. Diversas piezas de la historia y vida de Melchor, a través de la mirada de Amapola y en el terrible final que significó la Guerra y el triunfo de las fuerzas franquistas. Y todo esto genialmente representado por la compañía de teatro El Noema, y un elenco de actores realmente acertado. Antolín Romero, que da vida al personaje de Melchor, tiene muy gratos momentos actorales.
Se podía haber escogido otro episodio de la historia. Pero se ha elegido uno bastante representativo que muestra esa dignidad en Melchor Rodríguez. Un personaje que salvó la vida de muchas personas, algunos enemigos ideológicos y políticos (Muñoz Grandes, Raimundo Fernández Cuesta, Martín Artajo, etc.) que fueron después punta de un régimen criminal como el franquista.
Melchor vivió casi la mitad de los años de su vida en la cárcel. Conoció la cárcel con al monarquía de Alfonso XIII, con la dictadura de Primo de Rivera, con la Segunda República y con el franquismo. Y a pesar de ello, lo que mejor lo define era la placa que tenía en su domicilio en Madrid, durante pleno franquismo, con los colores rojo y negro del anarquismo: “Melchor Rodríguez. Título de honor: Persona decente”. O como mejor lo define Rubén Buren: DIGNIDAD

Julián Vadillo Muñoz
Sancho Ruiz Somalo