martes, 10 de junio de 2014

Bakunin. Un revolucionario entre revoluciones

Versión extendida del artículo sobre el bicentenario de Mijail Bakunin que escribí para el periódico Diagonal

El 18 de mayo de 1814 (30 de mayo según el calendario occidental) nació en la localidad de Premujino Mijail Alexandrovich Bakunin. Se cumplen pues 200 años del nacimiento de unas de las figuras fundamentales en la historia de los movimientos revolucionarios y obreros del siglo XIX que marcará el devenir del siglo XX.
Porque la vida de Bakunin siempre discurrió entre organizaciones, conspiraciones y procesos revolucionarios. Bakunin fue una mente inquieta que bebió de varios focos. El primero de ello de la propia tradición revolucionaria rusa. Nacido en el seno de una familia diplomática Bakunin comenzó una carrera militar que pronto abandonó. Por su contacto con personajes como Alexander Herzen o Nikolai Ogarev, llegó también al conocimiento de la epopeyas rebeldes de Stenka Razin en el siglo XVII o de Yemelian Pugachov en el siglo XVIII. También a la revolución decembrista de 1825, coetánea a su época, y que bebía de todas las tradiciones de revoluciones liberales de la época.
Pero el sistema zarista de Nicolas I era demasiado estrecho para mentalidad Bakunin. Para continuar sus estudios de filosofía viajó a Europa occidental. Allí conoció de primera mano la filosofía de Hegel, de Kant, etc. La filosofía de éste último influyó de forma notable en el pensamiento de Bakunin.
Bakunin no solo profundizó en sus estudios de filosofía que le servirían para ir conformando todo un cuerpo filosófico al anarquismo. También se vinculó a los movimientos revolucionarios y políticos de la época. En París conoció a Karl Marx, Friedrich Engels y Pierre Joseph Proudhon. Todos le dejaron fascinados sin que por ello le valiera la posibilidad de ejercer crítica sobre los mismos.
En 1848 una oleada revolucionaria recorría Europa. En Francia posibilitó la caída de Luis Felipe de Orleans y la proclamación de la Segunda República francesa. Un momento clave para el desarrollo del movimiento socialista con las aportaciones del proudhonianismo o del Manifiesto Comunista de Marx y Engels. Francia comenzó a desarrollar cosas como los Talleres Nacionales y experimentar avances obreros. Cuestiones frenadas por la imposición del Imperio por parte de Luis Napoleón Bonaparte. Pero esa oleada revolucionaria alcanzó otros países. Alemania dirimía una lucha por su unificación. Los ecos de 1848 se dejaron sentir en suelo alemán y allí Bakunin tuvo una participación destacada. Tras los disturbios generados por una generación de estudiantes dispuestos a cambiar el curso de los acontecimientos, Bakunin conoció al revolucionario Huebner y al músico Richard Wagner. Participaron de la rebelión popular de Dresde de 1849, que fue aplastada con severidad. A pesar de ello incluso Marx reconoció en 1852 en su carta Revolución y contrarrevolución en Alemania la importancia de Bakunin.
Perseguido por casi todos los gobiernos de Europa, Bakunin fue deportado a Rusia, donde ingresó en la prisión de Pedro y Pablo. Uno de los penales más duros de la Rusia zarista. Sometido a torturas y obligado a sacar supuestas confesiones que fueron utilizas con posterioridad por sus rivales políticos, fue deportado a Siberia de donde se evadió en 1861 alcanzando Inglaterra poco después.
Durante este tiempo Bakunin había nutrido su pensamiento. Había reflexionado sobre la religión, el papel del Estado, el nacionalismo, la organización revolucionaria y las posibilidades de transformación. Las tendencias del Herzen y Ogarev alrededor del periódico Kolokol se le quedaron estrechas. Se decidió a fundar entonces la Alianza de Socialistas Revolucionarios que luego pasará a denominarse Alianza de la Democracia Socialista.
Bakunin era ya una referencia a nivel internacional y su pensamiento tiene eco hasta en el seno de la misma Rusia. Se integró en la Asociación Internacional de los Trabajadores, disolviendo poco después la Alianza. En el seno de la AIT, Bakunin discutió con Marx por el modelo de organización y las finalidades revolucionarias. Para Marx la AIT debía ser una organización centralizada donde el Consejo General tuviera capacidad decisoria. Por el contrario Bakunin y también los proudhonianos optaban por una estructura federal, donde las secciones marcasen el funcionamiento de la misma y el Consejo General fuese solo un órgano meramente de relaciones y ejecutivo.
En medio de estos debates la situación de Europa seguía siendo convulsa. Bakunin participó de la toma del Ayuntamiento en la Comuna de Lyon, formando un Comité para la Salvación de Francia, ante los ataques que esta recibía de Prusia. Fracasado el movimiento tuvo que huir a Marsella y se refugió en Locarno, en casa de su amigo Carlo Cafiero. Bakunin no participó de la Comuna de París de 1871 pero apoyó a los revolucionarios parisinos.
La divergencia de opiniones entre Marx y Bakunin llevaron a la ruptura de la Internacional. En el congreso de La Haya fueron expulsados por el sector autoritario James Guillaume, Adhemar Schwitzguebel y el propio Bakunin. Los antiautoritarios consideraron esta expulsión una maniobra de Marx y celebraron un congreso en la localidad suiza de Saint-Imier para poder coordinarse.
 Bakunin estaba muy enfermo, pero a pesar de su estado siguió participando en la organización y procesos revolucionarios. El 1 de julio de 1876 fallecía en Berna. Moría un revolucionario que había marcado la historia del movimiento obrero y anarquista para la posteridad. A pesar que a pie de su tumba diversas escuelas del socialismo plantearon la necesidad de la unidad del proletariado esta nunca se llegó a conseguir.

No hay comentarios: