martes, 21 de abril de 2015

El movimiento obrero como agente modernizador. Segunda parte

Segunda parte de la conferencia del pasado 14 de abril en Alcalá de Henares organizada por la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica de Alcalá de Henares. Nos centramos en el desarrollo del movimiento obrero durante la Segunda República en la ciudad complutense.

- Evolución del movimiento obrero en Alcalá de Henares

El movimiento obrero complutense fue un reflejo del movimiento obrero en España si bien tuvo particularidades interesantes a destacar. Podemos establecer varias etapas en la evolución del movimiento obrero complutense.

Primera etapa. Las elecciones del 12 de abril

Esta etapa es corta y viene precedida de toda la reorganización del obrerismo socialista, único existente en la época, durante la dictadura de Primo de Rivera. Una reorganización que había empezado de facto en 1926.
El asentamiento y fuerza de las organizaciones obreras socialistas en Alcalá de Henares fue tan fuerte que el PSOE es el partido más votado ese 12 de abril obteniendo 8 concejales. Algo que diferencia a Alcalá de otras poblaciones. Si bien en Madrid provincia el PSOE siempre fue el más votado, en otros lugares el peso lo tiene los republicanos de distintas tendencias.
Pero en Alcalá fueron los socialistas los grandes triunfadores.

Segunda etapa. Los socialistas en el primer bienio republicano

Esta etapa se caracteriza porque los dirigentes obreros del PSOE y de la UGT son también concejales en el Ayuntamiento. Pedro Blas, Simón García de Pedro, etc. Esto posibilita que se lleven las reivindicaciones de las sociedades obreras de la UGT a la aplicación de la legislación republicano.
Un movimiento obrero el de Alcalá de Henares en ese momento fuertemente besteirista por la enorme influencia que Antonio Fernández Quer tiene en la ciudad. Es un momento reformista en que comienza a aparecer la primeras medidas en materia laboral con el cumplimiento de la normativa emanada del propio Ministerio del Trabajo, donde los patronos están obligados a contratar personal de las listas de trabajadores en paro que les facilita las sociedades obreras, etc. Además son sociedades obreras en permanente crecimiento y que aun no tiene rivales en el campo obrero. Los republicanos eran débiles y diseminados, los libertarios eran embrionarios y los comunistas inexistentes.
El socialismo complutense tuvo la suerte de que hasta ese momento no había tenido escisiones. El tercerismo del periodo 1918-1921 no afecto a los socialistas alcalaínos que con Fernandez Quer a la cabeza fueron en bloque de raíz pablista.
También es un momento que por empeño de Pedro Blas, probablemente asesorado por Francisco Pardina, se aplica la legislación laica republicana y se intenta establecer un centro de segunda enseñanza en Alcalá de Henares.

Tercera etapa. La división del socialismo

Sin embargo la participación del socialismo en el gobierno de la República se comenzó a poner en entredicho debido a medidas que resultaron polémicas para el resto de fuerzas del movimiento obrero (Ley de Términos Municipales y Ley de Vagos y Maleantes), así como por la división que surge en el seno del propio gobierno. Los casos del golpe de Estado de Sanjurjo en 1932 (donde en Alcalá hubo movimiento del mismo) o los sucesos de Casas Viejas de enero de 1933, así como las diferencias en tratar un caso y otro hizo que se resquebrajara la unidad de 1931 que se hizo sobre bases muy débiles.
En el seno del movimiento obrero socialista en Alcalá comienzan a emerger las corrientes caballeristas, representadas por el profesor Ángel García, o desarrollarse los comunistas en el seno de la Casa del Pueblo y de las sociedades obreras de la UGT. Hubo en 1932 un juicio por intento de lo que se denomino “sedición comunista” dentro del Ejército donde participaron tres intengrantes obrerista alcalaínos que posteriormente serán fundadores del PCE: Eugenio Cumplido, Manuel Muñoz Muñoz y Víctor Calleja. En en seno de la Casa del Pueblo surgió el Socorro Rojo Internacional, con futuros comunistas como Daniel Elola.
Se produce también una radicalización de la Juventudes Socialistas que se ve reflejada en el desplazamiento que dirigentes moderados como Pedro del Pliego por otros de nuevo cuño como Agustín Anuarbe
También se produce la aparición de un nuevo modelo sindical en la ciudad: el anarcosindicalismo. Los libertarios complutenses habían estado organizados a través de un club ciclista, la UCA. Las obras de la construcción del Manicomio de Alcalá hizo que llegasen a la ciudad nuevos trabajadores que traían prácticas sindicales distintas a las hasta entonces mayoritarias en la ciudad. En noviembre de 1933 se constituye el primer sindicato de la CNT, si bien los trabajadores cenetistas ya habían tenido participación en una huelga anterior del sector de la construcción. Aparecen militantes como Leandro García, Ignacio España (que había vivido los años del pistolerismo patronal en Barcelona), Mauricio Heredero, etc. Una CNT muy sindicalista la de Alcalá de Henares que buscará desde muy temprano los pactos puntuales con la UGT.

Cuarta etapa. Punto de cesura. La huelga general de octubre de 1934

Este nuevo panorama obrerista que iba surgiendo poco a poco en la ciudad, se ve reflejado ya cuando en febrero de 1934 se produce el primer acercamiento entre la CNT y la UGT, a raiz de los conflictos laborales que iban surgiendo en la ciudad. Aunque el Ayuntamiento seguía siendo de izquierdas el gobierno de la nación ya había cambiado y la derecha había salido triunfante en las elecciones de noviembre de 1933. Ese estado de alerta provocado también por el avance de los fascismos en Europa, se deja sentir en la ciudad complutense.
Dentro de la Casa del Pueblo se van generando debates interesantes e importantes que marcarán el futuro del movimiento obrero complutense.
La Juventudes Socialistas de Alcalá de Henares participaron en la primera de 1934 en el V Congreso de la FNJS donde piden abiertamente una ruptura total con los republicanos, la superación de la República burguesa por una República Socialista y una estrecha colaboración, si no fusión, entre el PSOE y el PCE, que entonces no existe todavía en Alcalá.
Este estado de debate fue el reflejo de la huelga general de octubre de 1934. En Alcalá fue convocada por la UGT y la CNT. El 7 de octubre se declara el Estado de Guerra en la ciudad y aunque no hubo disturbios reseñables el 9 de octubre se procedió a la clausura de la Casa del Pueblo y de la CNT con la detención de distintos dirigentes obreros de la ciudad. El Ayuntamiento quedó suspendido y sustituido por una gestora de clara tendencia derechista.
Es un momento de reflujo para el movimiento obrero.

Quinta etapa. Tiempo de reflexión y reorganización

Este periodo mediaría entre el fracaso de octubre de 1934 y las elecciones de febrero de 1936. Un momento de avance de un obrerismo cercano al corporativismo fascista, pues se fundó en la ciudad la Acción Obrerista de Rodolfo López Tello, que bebe de todo el catolicismo social anterior. La derecha alcalaína se extremiza en este sentido ante lo que suponen un peligro comunista.
Por su parte la izquierda tiende a la reorganización. A nivel nacional los republicanos fundaron dos partidos. Izquierda República de Manuel Azaña y Unión Republicana de Diego Martínez Barrio. Quien más desarrollo tiene en Alcalá es IR y realizan numerosos actos a lo largo de 1935.
El movimiento obrero también comienza a reorganizarse y junto a actos y charlas (muchos prohibidos por orden gubernativa) se inicia una campaña para la libertad de los presos políticos en la que participan todos los integrantes de las distintas formaciones obreras complutenses.

Sexta etapa. De la victoria del Frente Popular al Golpe de Estado

A la altura de 1936 el obrerismo complutense está reconstruido y sus locales nuevamente en funcionamiento. Se reconstituye el Ayuntamiento disuelto en octubre de 1936 con la salvedad de que el gobierno ahora lo tomaran solo los socialistas conviertiéndose Pedro Blas en el primer alcalde socialista de la ciudad.
A partir de ese momento los acontecimientos fueron muy rápido. Mientras desde el Ayuntamiento se volvió a aplicar la legislación republicana perfeccionándola, la evolución de las organizaciones obreras fue las siguientes.
Las Juventudes Socialistas continuaron su camino y se fusionaron la Unión de Juventudes Comunistas de España, surgiendo la Juventudes Socialistas Unificadas (JSU). En Alcalá no existió JJCC, con lo cual las socialistas se reconvirtieron y nació la JSU. A su cabeza Agustín Anuarbe, que siempre fue de las JSU y del PSOE, y Fernando Macarro Castillo (Marcos Ana), que posteriormente se afilió al PCE.
En mayo de ese mismo año, un grupo de militantes socialistas de separan del PSOE y fundan el Radio Comunista de Alcalá de Henares. Es el nacimiento del PCE, con Eugenio Cumplido Barco a la cabeza. Aun así fue un partido minoritario. Los marxistas que se radicalizaron en aquel momento se mantuvieron en las filas del PSOE y siguiendo los postulados de Largo Caballero. El PCE solo tomó importancia con la Guerra Civil.
Se produce también un crecimiento de la CNT. En el Congreso de Zaragoza de mayo de 1936, donde se estableció la que sería la política de la CNT, participaron los libertarios complutenses dando un censo de 100 afiliados en la ciudad y en proceso de crecimiento.
Por la ciudad complutense pasaron personajes de primer orden nacional: Estevan Vega, Amor Nuño, Lorenzo Iñigo, Trifón Medrano, Luis P. García-Lago, Eduardo Ortega y Gasset, etc.
Hay que destacar el pacto entre la UGT y la CNT en solidaridad con la huelga de la Construcción de Madrid que se desarrollaba en ese momento, mayo de 1936, en la capital de España.
A partir de ese momento todas las organizaciones obreras lucharon con un mayor control de ese movimiento obrero. Con una salvedad. Si en 1931 solo los socialista copaban ese espacio, cinco años después los socialistas estaban en retroceso y comunistas y anarquistas estaban en plena expansión.

- El Golpe de Estado de 1936 y el movimiento obrero en la Guerra Civil

Si por algo fracasó el golpe de Estado de 1936 fue precisamente, entre otras cosas, por la participación decidida del movimiento obrero de oponerse a él. La participación de las organizaciones obreras en lugares como Madrid o Barcelona es determinante para su fracaso.
En Alcalá esa participación también se produjo. Fue Francisco Pardina, junto a José Antonio Cumplido (republicano), quienes se desplazaron a Madrid para informar de la sublevación en la ciudad. Muchos soldados de los regimientos acuartelados, cuando fracasó la sublevación, salieron de los cuarteles portando carnets de las organizaciones obreras y alistándose de las milicias. Y las milicias anarquistas de Madrid fueron determinantes. La cobertura de las organizaciones complutense también se dio. Se constituyó en Alcalá el "Batallón Libertad".
Pero la importancia del movimiento obrero complutense de dio ya durante la Guerra, que tendió a una profundización mayor de la democratización de la ciudad.
Lo primero por la participación de todo el obrerismo en los organismos de gestión de la ciudad. La UGT y la CNT eran las minorías mayoritarias en el Consejo Municipal. La labor que los diferentes integrantes en el mismo hicieron fue fundamental.
A nivel educativo, junto al impulso de la escuela republicana, se pusieron en práctica en la ciudad nuevas experiencias como la Escuela Racionalista impulsada por el Sindicato Comarcal de la Enseñanza de la CNT. Un modelo basado en el concepto pedagógico de Ferrer o el de CENU de Puig Elías en Cataluña.
La reconstrucción económica también corrió a cargo de las organizaciones obreras. Proliferaron las explotaciones obreras y las colectividades agrarias. Existieron colectividades de la UGT, conjuntas UGT-CNT o colectividades en solitario de la CNT. Los libertarios llegaron incluso a crear un Consejo Económico Comarcal que gestionó distintas colectividades del corredor del Henares. La producción en algunas zonas se vio favorecida por este nuevo modelo de explotación económica.
Las fabricas alcalaínas tuvieron también Control Obrero. Aunque la implantación de la UGT siempre fue mayoritaria en la incipiente industria complutense, también contó con la participación de la CNT.
Durante mucho tiempo se ha mantenido el mito de la participación del movimiento obrero en la represión de la ciudad. Nombres de dirigentes obreros circulan por las listas de la Causa General y de los Consejos de Guerra. Muchos de ellos fueron ejecutados tras la Guerra Civil. Sin embargo, y aunque no es el tema de esta conferencia ya que nos podría llevar otra conferencia entera, el movimiento obrero solo participó en el orden de la retaguardia y las acusaciones que se vertió contra él fueron falsas.

  Los años de desarrollo del movimiento obrero sirvieron para una profunda democratización de la vida en la ciudad. Una democratización que fue frenada en seco, una vez más como vimos más arriba, con un golpe de Estado y una represión inquisitorial contra sus estructuras.


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