martes, 29 de marzo de 2016

MUCHOS MITOS ROTOS Judíos sin dinero (Una historia del Lower East Side)

Artículo aparecido en la edición digital del periódico Diagonal

En demasiadas ocasiones nos dejamos llevar por los cliclés, por los lugares comunes. Es una forma muy cómoda de dar una visión de la realidad sin reparar en la complejidad de la misma. Y en estos lugares comunes es muy fácil encontrarse la típica visión del judío rico, emprendedor, especulador, avaro, usurero, integrante de un lobby, etc. “Todos los judíos son ricos” es una frase muy común escuchar. Pero la realidad dista mucho de esas afirmaciones. Alguna de ellas no dejan de tener el sabor de un pasado que , entroncado en la tradición católica (o cristiana para más extensión), donde se condenó la usura de algunos judíos para favorecer la suya propia. Entre el control religioso y el control económico se encuentra la razón de las duras persecuciones que los judíos han sido víctimas a lo largo de la historia, con hitos como la expulsión de 1492 por los Reyes Católicos, los progroms de la Rusia zarista o el Holocausto de los nazis. Unas persecuciones que en ningún caso justifica la política estatal de Israel comentiendo contra los palestinos las mismas injusticias a las que fueron sometidos en otros momentos de la historia. Sin embargo aquí habría que hablar de la aparición del sionismo, las diferencias entre sionismo y judío, y eso nos alejaría del objetivo de este artículo.
Hace pocas fechas un companero de trabajo me pasó una obra que no conocía de nada. Su título es Judíos sin dinero (Una historia del Lower East Side) y su autor fue Michael Gold. Una novela semi-biográfica que sirve para romper algunos moldes. Por lo que dice y por su intrahistoria.
El libro nos acerca al barrio newyorkino de Lower East Side. Un lugar habitado por la fuerte inmigración judía llegada de Centroeuropa a Estados Unidos desde finales del siglo XIX e inicios del siglo XX. Unos judíos que huían de las persecuciones de sus propias zonas y de la miseria. Unos judíos que esperaban encontrar en EEUU la oportunidad de prosperidad que les negaba su tierra de origen por diversos motivos. Algunos lo consiguieron. Otros, la mayoría, siguieron engrosando las filas de los clases pobres. Una historia que no es nueva y que hoy día sigue sucediendo, cuando miles y miles de personas buscan en otros lugares unas mejores condiciones de vida. Una población, la de los judíos de este barrio newyorkino, que se convirtió, como dijo el propio Michael Gold, en un enorme ghetto en Nueva York.
Por la obra circula todo tipo de personajes. Ganapanes, rateros, trabajadores, prostitutas, fanáticos religiosos, especuladores de la pobreza, etc. La historia de un barrio pobre donde algunos consiguieron fortuna, otros siguieron postrados en la miseria y algunos especularon con esa misma miseria. En ese contexto se ve como algunos de los innumerables protagonistas siguen creyendo en el falso sueño americano de prosperidad (como el padre del protagonista de la novela), como los fanáticos religiosos se valen de esa miseria para canalizar el descontento de la población judía del barrio y como se van viendo los incipientes movimientos de protesta por la dignificación de las condiciones de trabajo y de la vida: el desarrollo de la conciencia de clase y de los sindicatos. También los importantes lazos de solidaridad que se tejen. Porque si bien el padre de Mike, el protagonista de la novela, no deja de ser, como se ha dicho, un soñador que quiere llegar a ser rico a pesar de que solo es un pintos de brocha gorda, la madre de Mike representa, desde una concepción religiosa, un lazo de solidaridad y apoyo mutuo con aquellos que más los necesitan, sin tener nada tampoco ellos. Y el título de la obra se va reforzando a medida que se pasan que sus páginas. Porque en ese gran ghetto llamado Lower East Side casi nadie tiene dinero. Todos son pobres. Judíos pobres y sin dinero.

El autor

No se puede pasar por alto quien es el autor de este libro. Michael Gold es una de las máximas autoridades literarias y de la edición en EEUU. Y su única novela, Judíos sin dinero, no deja de ser autobiográfica.
Gold (que en realidad se llamadaItzok Isaac Granich) nació en 1894 en el propio barrio de Lower East Side, hijo de un matrimonio de inmigrantes rumanos judíos. Aunque sus primeros artículos escribió con el nombre de Irwin Granich, tras las persecuciones que el Fiscal General Palmer dirigió contra el movimiento obrero adoptó el nombre de Michael Gold.
Gold se había vinculado antes al movimiento obrero socialista, haciendo campañas en favor de presos anarquistas, con colaboraciones en periódico como The Masses y con una defensa total a la Revolución rusa de 1917. Su compromiso y militancia en el Partido Comunista le llevó a visitar Moscú en 1925 y a su regreso comenzó su ardua tarea como editor y escritor consagrado, haciendo ácidas y fuertes críticas a escritores consagrados como Marcel Proust o la escritora Gertrude Stein.
Su novela Judíos sin dinero le deparó una gran popularidad y fue un columnista asiduo en el Daily Worker. En esa época Gold no dejó de pertenecer al aparato del Partido Comunista siendo un firme defensor del mismo y un crítico con todos aquellos que se desviaban de la línea oficial. Un compromiso de escritor y político que continuó hasta su muerte en 1967. Su importe aportación documental se encuentran depositidas en el Biblioteca Tamiment y Archivos Robert F. Wagner de la Universidad de Nueva York.

Otro mito roto: el movimiento obrero norteamericano

Es común también considerar al movimietno obrero norteamericano como marginal y minoritoria. Ver en EEUU un país de ámbito conservador donde las ideas socialistas no tuvieron cabida. Y esa afirmación solo forma parte del desconocimiento absuloto de la historia norteamericana de finales del siglo XIX y primer tercio del siglo XX.
Recuerdo perfectamente como durante la carrera de historia debatía con uno de mis profesores sobre este asunto. Para él movimiento obrero norteamericano fue fuerte a partir de la llegada de Roosvelt al poder. Mi visión era muy otra. Roosvelt lo que consigue es llegar a los sindicatos a la sectorialización y con su política romper la hegemonía que querían establecer los grandes sindicatos de clase. El movimiento obrero norteamericano se forja desde finales del siglo XIX. No hay que olvidar que Karl Marx traslada el Consejo General de la AIT marxista de Londres a Nueva York en 1872, donde desaparecería en 1876. Un gesto simbólico pero marcó bastante. Tampoco podemos dejar pasar que tanto los norteamericanos como los inmigrantes que van llegando al país comienzan a extender las luchas obreras en las fábricas. Así se convocó en 1886 una gran manifestación para reivindicar las 8 horas de trabajo en Chicago, donde unas bombas de oscura procedencia posibilita una fuerte represión contra un grupo de trabajadores anarquistas que son conducidos a la horca.
El importante desarrollo de los sindicatos y del movimiento anarquista sirve de base para que en 1903 se aprueba una Ley Antianarquista para impedir la llegada de inmigrantes anarquistas. Una ley promulgada tras el asesinato del presidente William MacKinley por Leon Czolgosz. A pesar de ello la influencia tanto de la IWW (Industrial Workers of the World) de carácter sindicalista revolucionario y del Partido Socialista de América no paró de crecer, y fueron protagonistas de numerosas huelgas y conflictos laborales. Es el momento en que comienzan a despuntar figuras claves en el movimiento obrero norteamericano como Emma Goldman, Alexander Berkman, John Reed, Eugene Debs o Norman Thomas.
Con el estallido de la Revolución rusa de 1917 y el estímulo que significó para el movimiento obrero internacional, las autoridades norteamericanas comenzaron una campaña contra el movimiento obrero, encabezada por el fiscal Palmer, que acabó con la muerte en comisaria del anarquista Andrea Salcedo, la deportación de centenares de militantes obreros y la detención de los anarquistas Nicola Sacco y Bartolomeo Vanzetti, acusados de un atraco con víctimas que no cometieron, y que les llevó a la silla eléctrica en agosto de 1927. En ese tiempo ya había hecho también su aparición el Partido Comunista de América.
Durante los años 30 el movimiento obrero siguió actuando, aunque bajo enorme vigilancia, y el estallido de la Guerra Civil española sirvió para movilizar a muchos de sus efectivos que realizaron campañas de solidaridad y se alistaron voluntarios en las Brigadas Internacionales. Fue tras la Segunda Guerra Mundial y la represión del macarthismo cuando el movimiento obrero revolucionario norteamericano comenzó a declinar.
Y en este contexto político desarrolló su actuación Michael Gold.

La novela Judíos sin dinero y España

La primera vez que vio la luz la novela de Michael Gold en España fue poco después de su publicación en EEUU. En 1930, la editorial Cenit, la publicaba por primera vez en castellano. Hoy apenas conocida la editorial Cenit nació en 1928 de la mano de Rafael Giménez Siles y Graco Marsá. Ambos estaban en la cárcel por su compromiso contra la dictadura de Primo de Rivera y ya habían participado de otros proyectos como la revista Post-Guerra (donde también estaba Jose Antonio Balbontín) o la editorial Oriente, que publicó numerosos títulos de carácter marxista. La editorial Cenit nació en la carcel Modelo de Madrid y su primer libro fue El problema religioso en Méjico. Católicos y cristianos de Ramón J. Sender y con prólogo de Ramón María del Valle-Inclán. En el desarrollo de la editorial hubo otros personajes importantes de la política del momento como Juan Andrade.
La editorial existió hasta 1936 y sacó más de 200 títulos. Durante la Segunda República la editorial dio a conocer un buen número de publicaciones teóricas de marxismo, pero también novelas e incluso cuestiones médicas. Esta editorial tuvo el mérito de dar a conocer en España obras de autores como Hermann Hesse, John Dos Passos, Upton Sinclair, Sinclair Lewis, Fedor Gladkov, etc. Todo un número de autores norteamericanos y soviéticos hoy casi desconocidos para el gran público (alguno de estos autores y títulos han sido rescatados recientemente por la editorial Capitán Swing). Pero también Cenit dio a conocer biografías de personajes como Isadora Duncan, León Trotsky o Charles Chaplin, así como dio cobertura a jóvenes autores como César Vallejo o a escritores como Ramón J. Sender.
No fue un proyecto novedose el de Cenit. Desde inicios del siglo XX se venía desarrollando en España todo un componente de editoriales que ponían a disposición del gran público títulos o autores de carácter progresista y revolucionario. Los anarquistas aquí tuvieron un papel protagonista, así como los republicanos y posteriormente los comunistas. Proyectos como Cuento Semanal de Eduardo Zamacois, La novela roja, La novela ideal de Federico Urales y Soledad Gustavo, La novela política, La novela proletaria, etc. Todo un compendio donde autores como Eduardo Barriobero, Salvador Sediles, Ángel Samblancat, Ceferino González Avecilla, Joaquín Arderiús, Hildegart Rodríguez, Ricardo Baroja, Alardo Prats, etc., se dieron cita.
No sabemos el impacto que tuvo la novela de Gold cuando fue publicada en España en 1930, pero los canales abiertos por Cenit nos hace intuir que tuvo aceptación. La novela fue reeditada en 1973 por la editorial Zero, otro proyecto que tuvo un importante papel en el final del franquismo.

  Sin embargo, la edicion de Dirección Única, nos la vuelve a aproximar y rescatar del ostracismo. Y a su vez para sacar del ostracismo muchas otras cosas. Un gran acierto volver a poner al alcance de todos esta pequeña joya que nos legó Michael Gold.

martes, 15 de marzo de 2016

Notas de la presentación del libro "Viaje a la aldea del crimen" de Ramón J. Sender

Notas a la presentación del libro Viaje a la aldea del crimen de Ramón J. Sender, presentado en la librería Traficantes de Sueños el pasado 9 de marzo. Con la asistencia de Antonio G. Maldonado, prologuista de la obra, Carlos García Alix, escritor y pintor, y Julián Vadillo Muñoz, historiador.

- Lo primero sería alabar la iniciativa de la reedición de libro de Ramón J. Sender, uno de mis escritos favoritos. Y también ubicar un poco la obra. Sender, periodista del periódico La Libertad, no se desplazó solo a Casas Viejas. Lo hizo con Eduardo de Guzmán, redactor del periódico La Tierra, uno de los mejores periódicos de la Segunda República, fundado en 1930 y desaparecido en 1935. Y Guzmán también dejó un reportaje sobre Casas Viejas. Guzmán si cita a Sender pero al reves no ocurre. Aun así Sender habla en plural, lo que indica que no esta solo.

- Igualmente sobre Casas Viejas hay mucha bibliografía. Desde esto clásicos de la época, hasta el libro de Antonio Ramos Espejo Después de Casas Viejas, el magnífico de Jerome Mintz Los anarquistas de Casas Viejas, los de José Luis Gutiérrez Molina o el más reciente de Tano Ramos El caso Casas Viejas: crónica de una insidia, en otros muchos. Y es un acontecimiento que ha dado para el cine: “Casas Viejas” de José Luis López del Río en 1983 y “El grito del sur” de Basilio Martín Patino en 1996, con una estructura realmente novedosa.

- Pero no he venido a hablar de estos aspectos, sino de lo que sucedió en Casas Viejas. Y algo que tiene que quedar claro es que cualquier proceso histórico es complejo. Nada es simple en la historia. Casas Viejas no se puede despachar como un episodio de unos anarquistas rebeldes que no se ajustaban a las normas del momento y son brutalmente reprimidos. En la Historia nada es gratuito. Todo tiene causas y todo tiene consecuencias. Por eso vamos a seguir un esquema muy simple para explicar el acontecimiento: Causas, desarrollo y consecuencias

CAUSAS

- En primer lugar el problema estructural de la tierra en España. Un problema endémico que se extendía en los siglos. Las desamortizaciones del siglo XIX no sirvieron para acomodar a los campesinos. La tierra estaba en muy pocas manos. Y la estructura latifundista andaluza era un ejemplo.
- Desde la segunda mitad del siglo XIX con sucesos como los de Loja en 1866, la palabra República era sinónimo de Reforma Agraria. De cambio de la estructura de la propiedad. Y esa era una de las esperanzas de los campesinos con la proclamación de la República en abril de 1931.
- Con la proclamación de la República se desarrollaron leyes de avance para la clase obrera, entre ellas la Reforma Agraria. Pero hubo un doble problema. Fue una ley que los reformistas republicanos la vendieron a muy largo plazo: más de 100 años. Y fue una ley que sistemáticamente fue boicoteada por los propietarios. El famoso “¿No queríais República? Pues comed República”. Otras leyes como la del laboréo forzoso no se aplicaba. Sí la de Términos Municipales, de dudosa efectividad. Aquí está la razón de los movimientos de Castilblanco y Arnedo. El campesinado tenía hambre.
- La relación del movimiento libertario con la República fue de paulatino divorcio. Los libertarios recibieron bien la República. Pero poco a poco se fueron separando por disparidad de opiniones. Sucesos como la Huelga de la Telefónica en Madrid, los sucesos del Parque de María Luisa en Sevilla, etc. Además la estrategia sindicalista fue desplazada poco a poco. Y se adoptó la táctica insurreccional desde 1932, aunque hay mucho mito alrededor de la llamada “gimnasia revolucionaria”

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DESARROLLO

- El movimiento de enero de 1933 fue un completo fracaso. Hubo una descoordinación entre el Comité Nacional de la CNT y los Comités de Defensa confederales. Esto hizo que la intentona fracasase, aunque tenía pocos visos de triunfo.
- En Casas Viejas la noticias no llegan, y una parte de los campesinos (no todos los cenetista estaban por ello) proclaman el comunismo libertario.
- Siguen el patrón: sin violencias. Toma del Ayuntamiento, registro de la propiedad, centros de poder. Se quema el registro de la propiedad (ejemplos de Malatesta en el Benevento en 1876. Propaganda por el hecho). Ni siquiera incautan la tienda. Pagan al tendero.
- La refriega acaba con algunos muertos.
- El fracaso en Jerez (provincia de tradición revolucionaria y anarquista. Ejemplo: 1892) genera que Guardias Civiles de Alcalá de los Gazules se desplacen a Casas Viejas. Al primer tiro ya se había acabado todo.
- De Madrid llegaba Rojas Feijespán que inicia una represión indiscriminada. Incendio de la choza de Seisdedos, detención de 14 vecinos que son asesinados a sangre fría.
- El acontecimiento conmueve a la opinión pública española.

CONSECUENCIAS

- La búsqueda de responsabilidades. Los responsables directos: La Guardia Civil y la Guardia de Asalto. Nombres propios: Manuel Rojas Feijespán, Bastolomé Barba (ambos sublevados en julio de 1936), Arturo Menéndez (que fue fusilado por los rebeldes tras el inicio de la guerra) y el delegado del gobierno de Cádiz , Fernando de Arrigúnaga.
- Desplazamiento de una comisión parlamentaria, primero extraoficial y luego oficial, que dio cuenta de los sucedido.
- Erosión del gobierno de Azaña. ¿Responsabilidad directa de Azaña o de Casares Quiroga? Directa no. Indirecta sí. Falta de depuración de cuerpos de seguridad. No se enteraron de lo que estaba pasando en Casas Viejas. Y Azaña llegó a decir “En Casas Viejas ha pasado lo que tenía que pasar”. Los socialistas se fueron separando del gobierno, hasta su salida en septiembre de 1933. Azaña en la encrucijada: atacado por la derecha y devastado por la izquierda. Sin duda fue una mala gestión del acontecimiento.
- Para el anarquismo fue devastador. Fracaso de una estrategia. Debates internos que llevó a variarla. Esto provocó consecuencias futuras en la estrategia de los libertarios.
 - Campaña insidiosa de la derecha. Desgate al gobierno que lleva a ganar las elecciones en noviembre de 1933 al Partido Radical y a la CEDA → La derecha dio marcha atrás a muchas de las medidas reformistas del primer bienio.

El dibujo fue realizado en el coloquio por Enrique Flores

jueves, 10 de marzo de 2016

LA LUCHA POR LA LIBERTAD SE ESCRIBE EN FEMENINO

Reseña del libro de Ingrid Strobl Partisanas. La mujer en la resistencia armada contra el fascismo y la ocupación alemana (1936-1945), publicado en la edición digital del periódico Diagonal

Dice mi tocayo Julián Casanova que un hombre de sexta o septima fila consigue entrar en las páginas de la historia, pero una mujer, salvo de excepcional primera fila, no lo consigue. No puede ser más acertada la frase. Incluso remarcando esa parte de “excepcional primera fila”, porque muchas mujeres que eran de primera fila hoy es casi imposible saber quienes fueron. Me viene muchos nombres a la cabeza: Teresa Claramunt, Soledad Gustavo, Beatrice Webb, Emma Goldman, Harried Taylor, etc. Sin embargo hoy muy pocas son recordadas.
De todos modos este texto no quiere hablar de esas mujeres, que por cuestiones específicas han pasado a la historia. Sino a los millones de mujeres anónimas que no lo consiguieron. Hace unas semanas la editorial Virus reedito un texto que ya había visto la luz por la misma editorial en 1996: Partisanas. La mujer en la resistencia armada contra el fascismo y la ocupación alemana (1936-1945) de la periodista austriaca Ingrid Strobl. Un acierto editorial, sin duda.
Strobl es periodista, historiadora y cineasta. Si nos damos una vuelta por la red de redes reparamos en la gran cantidad de trabajos que ha realizado. Este libro la convirtio hace ya 20 años en una de las pocas personas que ha rescatado una historia oculta. La Guerra Civil española y la Segunda Guerra Mundial son dos acontecimientos que han contado con multitud de libros. Libros sobre cuestiones militares, cuestiones políticas, cuestiones económicas, cuestiones culturales, de la vida diaria, etc. Y aunque alguna de ellas tratan el tema de la mujer en la guerra, ninguna lo hace de forma monográfica. Strobl lo hizo. Y lo hizo con nota.
El libro hace un repaso a la lucha de la mujer contra el fascismo y el nazismo. Primero en Europa occidental, donde aborda la participación de la mujer en la lucha contra el golpe militar de Franco en julio de 1936, entre las tropas de Iosif Broz “Tito” en Yugoslavia, en los Países Bajos y en Francia. Luego trata la parte de la Europa del Este y del papel de las mujeres judías en la resistencia contra la invasión nazi. Habla de algunos nombres propios en todos los casos. Pero en realidad es un trabajo de colectivo.
Habría que destacar algunas cuestiones en este ya clásico libro de Strobl. Para la periodista austriaca no se le pasa por alto la importancia de las mujeres en España contra el golpe de Estado. El golpe de Estado de julio de 1936 fracasó. Y fracasó porque en España existía un poderoso movimiento obrero organizado que se opuso al mismo. Y ese movimiento obrero lo componían hombres y mujeres. Nadie dudó en tomar las armas para frenar el golpe de los militares insurrectos. Esa misma visión se dio en toda Europa cuando Hitler promovió su política expansiva y en septiembre de 1939 daba comienzo la Segunda Guerra Mundial.
A pesar de lo completo de libro si que me gusta remarcar una cosa sobre el mismo. Cuando lo leí hace ya casi 20 años algo me llamó la atención por encima del resto. El trabajo que Strobl había hecho al rescatar el papel de las mujeres judías en el este europeo. Y sobre todo en algunas zonas como Varsovia o Bialystok. Para quien conozco un poco la historia de la Segunda Guerra Mundial sabrá que esas ciudades quedaron prácticamente devastadas tras la guerra. Varsovia fue una ciudad destruida. Se estima que el 87% de la ciudad era ruinas tras la guerra. En el caso de Bialystok, la ciudad pasío de manos alemanas a manos soviéticas, hasta la ocupación por parte de los nazis y el exterminio de la casi totalidad de su población ciudad. Bialystok siempre fue una ciudad revolucionaria. A inicios del siglo XX la fuerza del movimiento anarquista era palpable. Incluso el soviet de Bialystok fue de mayoría anarquista. La represión contra ellos fue implacable. Pero Bialystok era una ciudad mayoritariamente judía. Blanco fácil cuando los nazis la ocuparon. La ciudad fue protagonista, junto con Varsovia, del levantamiento de su gueto. Las mujeres de Bialystok estuvieron a la altura de la lucha. Nunca se rindieron. Y el resultado fue devastador. Lo mismo que en Varsovia. Lo mismo que en Cracovia. Lo mismo que en Minsk.
Sin embargo a una cuetión que Strobl no aborda. El periodo que se abre en Europa en 1936 y que se cierra en 1945 (Guerra Civil española y Segunda Guerra Mundial) tuvo resultados diferentes. En Europa el fascismo fue vencido. Las potencias nazis y fascistas fueron derrotadas. La participación de la mujer en esas derrotas es fundamental. Y a partir de 1945 les tocó trabajar para ir conquistando derechos. Sin embargo en España la cosa fue distinta. El franquismo se alzó con la victoria. El modelo que impuso era diamentralmente opuesto al que defendían las mujeres que cita Strobl. El nacional-catolicismo hizo retroceder la sociedad. Y quienes más salieron afectadas fueron las mujeres. La represión sobre todos los aspectos de la vida, sobre todas las conquistas alcanzadas en los años precedentes, generó una ruptura generacional. La Ley del Divorcio y la Ley del Aborto fueron abolidas. La libertad sexual fue repremida y perseguida. La larga dictadura que sufrió España la sumió en un retroceso del que aun hoy se nota sus consecuencias.
La nueva edición del libro que nos facilita Virus viene enriquecida. No solo con prólogos y palabras actuales de Strobl sino con un epílogo de la historiadora Dolors Marín que aborda el papel de las mujeres anarquistas en la Guerra Civil.
  Es un buen momento para recuperar estos antecedentes. Un libro que forma parte de la necesaria recuperación de la memoria histórica del feminismo.

domingo, 6 de marzo de 2016

Algunas notas al libro de Chris Ealham "Vivir la anarquía. Vivir la utopía. José Peirats y la historia del anarcosindicalismo español"

Pongo aquí algunas de las pinceladas de la presentación que se llevó a cabo el pasado viernes 4 de marzo en la librería LaMalatesta de la última obra de Chris Ealham Vivir la anarquía. Vivir la utopía. José Peirats y la historia del anarcosindicalismo español

Estamos ante una gran obra. Una biografía necesaria de un personaje importante para la historia del movimiento obrero: José Peirats. Y esta biografía no podía haber caído en mejor pluma: Chris Ealham. Ealham es uno de los mejores historiadores de anarquismo en la actualidad (junto a otros como Juan Pablo Calero).
Ya nos sorprendió con su magnífico libro La lucha por Barcelona. Clase, cultura y conflicto, 1898-1937, donde presenta a un complejo movimiento libertario, la formación de toda una cultura de clase, obrera y libertaria, y el enraizamiento que dicho movimiento tuvo en Barcelona. Un libro esclarecedor.
Ahora nos vuelve a sorprender con este libro sobre Peirats.
Voy a destacar algunas cosas sobre el libro:
a) El personaje es fundamental. Peirats es un obrero. Un obrero que acaba escribiendo historia. Una historia de obreros, para obreros, escrita por obreros. Siguiendo la tradición de Anselmo Lorenzo (El proletariado militante), de Manuel Buenacasa (El movimiento obrero español, 1886-1926. Historia y crítica) o Juan Gómez Casas (Historia del anarcosindicalismo español). En ese entorno se puede ubicar a Peirats. Y a pesar de la desconfianza que Peirats mostró hacia los historiadores académicos, muchos de ellos coinciden en poner a Peirats como una fuente fundamental para el estudio de la Guerra Civil. Y es cierto.
b) Chris Ealham sigue una línea que ya había marcado en su anterior libro. Presenta la complejidad del movimiento libertario. Es uno de los pocos historiadores que sabe distinguir entre lo que es un grupo anarquista, un grupo de acción, un grupo de defensa confederal, etc. Sabe plasmar toda la complejidad del movimiento anarquista. ¿Por qué es esto importante? Porque en esa complejidad se entiende la razón del triunfo del anarquismo. Al anarquismo se le ha presentado siempre como el movimiento obrero malo (en esa historia de buenos y malos), como un elemento perturbador, un elemento fuera de lugar, un accidente histórico. Sin embargo eso no explica porque el movimiento libertario fue el más importante en el seno del movimiento obrero. Ealham lo plantea muy bien desde el inicio. Y ve que ese movimiento auna varios aspectos: pragmatismo, análisis, propuesta de soluciones, etc. En esa creación de una cultura se entiende el desarrollo y expansión del movimiento anarquista. Y esto lo hace a través de la figura de José Peirats. Porque esta obra es una biografía, pero a veces está a medio camino de una proposopografía.
c) El libro está perfectamente documentado y contrastado. En este sentido la obra de Ealham se convierte ya en parada obligatoria para todos aquellos que quieran realizar estudios sobre anarquismo
El libro también tiene elementos para el debate historiográfico, político, etc. Y voy a destacar dos:
1. El primer tema que sería objeto de debate es la FAI. La FAI ha sido y es la organización más denostada del movimiento libertario. Y lo es de forma injusta. Lo que el libro nos muestra es que Peirats no era muy amigo de la FAI. Eso queda patente. Y el propio Peirats participa de esa presentación de la FAI como un ente monolítico, un grupo de presión en el seno de la CNT, etc. Yo ahí discrepo. Creo que la documentación y los estudios demuestran que la FAI, como todo el movimiento libertario, es heterogénea y diversa. Y que hay que entender la ubicación geográfica. No es lo mismo los análisis que hacen los libertarios en Cataluña a que se hace en Madrid o Asturias. Y muchas veces ese sector “faista”, que Chris Ealham pone en buen criterio entrecomillado, no es la FAI. El movimiento libertario, como todos, ha tenido a grupos de presión. Pero es más fácil colocarlo en unas siglas y en un colectivo concreto que en algo no organizado. La obra de Chris Ealham deja la puerta abierta a este debate.
2. El segundo punto es el exilio. El exilio es un tema espinoso. El anarquismo ha sido un movimiento de victorias y de derrotas. Y la gran derrota del anarquismo fue 1939 (o 1937 en algunos casos). El final de la Guerra fue la devastación de un proyecto. Y en esa derrota afloran muchos problemas. Muchas divisiones. (Se puede comparar con el anarquismo en la Revolución rusa). Además se une que el exilio fue muy largo y fue insoportable. Y eso llevó a una división en la CNT. Y cada personaje justificó su labor desde sus propios criterios. Y esto hace una historia muy complicada. Y este libro también analiza el exilio, a través de la figura de Peirats, y por lo tanto se convierte en otro elemento para el debate de este periodo. Fundamental.
  Enhorabuena a Chris Ealham. Algunos ya estamos deseando leer su próximo trabajo.